martes, 25 de agosto de 2009

De Obando Solís

Recientemente he tomado contacto con un miembro de la familia Solís de Ovando, quien dice provenir de la familia formada durante la colonia por Francisco José Obando de Solís, el que habría sido "encomendero",por el año de 1670 y más tarde Gobernador de Chile, por un corto período. Sobre dicho personaje, encontramos lo siguiente, de una consulta preliminar, en la propia biblioteca; Francisco José Obando de Solís. Nació en Cáceres, España, a fines del siglo XVII. Marqués de Obando, era un hombre culto, poseedor de una gran biblioteca, mariscal de campo del Real Ejército y jefe de las escuadras reales. Fue nombrado gobernador interino de Chile (1745-1746) por José Antonio Manso de Velasco, gobernador saliente. Desarrolló una notable actividad y llevó a cabo diversas obras de adelanto para la ciudad. Deseaba ser nombrado gobernador en propiedad, pero cuando se dirigía a Concepción, se enteró de la llegada de su sucesor, Domingo Ortíz de Rozas, quien se recibió del mando el 25 de marzo de 1746. Falleció en alta mar en 1754. Hasta aquí lo que consigna el diccionario Nobel, 1986.

lunes, 24 de agosto de 2009

Aspillagae, en Litueche



Aspillagai o Aspillagae, Eríosyce Aspíllagae (Söhrens), Pyrrhocactus Aspíllagae, una variedad de neoporteria horrida, cactus hurridus, nombre de una cactacea cuya existencia en los campos costinos, especialmente en Tanumé, ubicado al noroeste de la comuna de Pichilemu y en Constitución, región del Maule.
Fue instalado en la galería botánica, en la primera mitad del siglo XIX, descrita en Europa, por Colla y bautizada, en honor de la familia de Manuel Aspillaga, propietario del fundo Tanumé.
Dicho cacto, me fue presentado por don Joaquín Molfino Chiorrini, hace dos décadas, él es propietario del predio ecológico San Francisco de Litueche, en las cercanías de Tanumé. El límite oriental de San Francisco enfrenta las denominadas, Mesetas de los Peumos, lugar en el cual se encuentra distribuido éste cacto, el Aspillagae, el mismo que se ha creído extinto por algunos especialistas. Quizás, por la curiosa particularidad que se le atribuye, sumerjirse en la tierra en época estival.
El reencuentro del Aspillagae, con el mundo interesado, se debe en gran medida a la oportunidad que tuvo, en la década del noventa, el ingeniero forestal, Patricio Novoa, cuando realizaba para Conaf, un catastro de biodiversidad silvestre en el secano costero de la VI región, ahí, en Tanumé, guiado por un baqueano, oriundo de la zona, Nicanor Donoso, don Ñico. El mostró a Novoa el lugar donde se encontraron ejemplares del Aspillagae, escasos, pero gozando de vida y salud.
Parientes de aquellos, de Los Peumos, "del tamaño de un plato de té, color mostaza, en las espinas estiradas y aplanadas, en forma de remolino".
Don Ñico lo sabía...

jueves, 20 de agosto de 2009

Litú,Litué, Litueche.

La Estancia de Litué ya era conocida con este nombre, desde el siglo XVII y en la actualidad, el estero que le dio el nombre, continúa llamándose, Estero Litú.
Este vocablo es mupudungun, desde la noche de los tiempos lo usaron los habitantes originarios y todavía, felizmente instalado en nuestra toponimia.
Segun los documentos que obran en el Fondo de la Real Audiencia, del Archivo Nacional, el volumen 1325, pieza 1, caratulado como, Mensura de unas tierras vacas, sitas en el Valle de Litué, en el Partido del Maule, del año 1801, La Estancia de Litué de mil setecientas cuadras de extensión, se encuentra distante a unas leguas de la ciudad de Talca, en el margen norte del río Claro, fue mensurada por el agrimensor, don Juan Antonio Morales de la Bega y se encuentra indivisa. Por tanto se hace parte en juicio don Joseph Pizarro, curador de los menores del finado Joseph Catalán y de doña María del Rosario Silva, descendientes de doña Luisa de Launa y Roa (visnietos), hija lejítima de don Antonio de Launa y de doña Bernardita de Roa. Las mencionadas tierras alcanzan por el norte hasta el río Mataquito, dentro de la jurisdicción eclesiástica de la doctrina de Rauquen. Algunas de las estancias vecinas, son: Tapique, Panchique, Ñipas, Las Damas, Tonlemu y El Guaquen. Algunos de los propietarios colindantes, son: don Agustín Gaete, don Miguel de Labra y doña Francisca Corbalán.

domingo, 16 de agosto de 2009

De Solís y la Toponimia.

Don Antonio de Solís escribió su Historia de la conquista, población y progreso de la Nueva España, en 1648. En dicha obra nos cuenta como se rebautizaron los nuevos territorios tras la invación,..."las Indias Occidentales. Llamáronlas así los primeros conquistadores, solo porque se parecían a aquellas regiones en la riqueza y en la distancia á las orientales, que tomaron este nombre del río Indo que las baña".
Así de simple,..."llamáronlas Isla de San Juan por haber llegado a ella el día del bautista, y por tener su nombre el General(Grijalva), en que andaría la devoción mezclada con la lisonja:"
Una cierta similitud, la devoción o la lisonja u otra, lo cierto es la carencia de una norma o un procedimiento establecido, como en la apropiación del territorio,.."Arbolóse la bandera real; y hechas aquellas ordinarias solemnidades, que siendo poco más que ceremonias se llamaban actos de posesión".
Y con los topónimos originarios,"Dicen que se llamaba este ídolo Cozumel, y que dio á la isla el nombre que se conserva hoy en ella, mal conservado si es el mismo que el demonio tomó para sí, falta de advertencia que se ha vinculado en los mapas contra toda razón".
Don Antonio refleja el espíritu de la época, y es el Cronista Mayor de las Indias, con esta luz podríamos alumbrar, quizás, el nombre local.

Ese Pasado...

La ignorancia del pasado es el sustrato de la incomprensión del presente.
James Grimmelmann, es uno de los detractores más visibles del acuerdo entre la industria editorial de los EE.UU.y Google para digitalizar obras literarias, únicas, discontinuadas, raras y valiosas, dado que es posible crear un escenario de control sobre el pasado y que se traduciría en el control sobre el futuro de los libros, y no tan solo de los libros, del saber, sino del poder. Algo no menor.
De ahí la importancia de conocer el pasado, la historia propia, verdadera, distinguida claramente del mito y la leyenda, como sostiene De Solís, "pura y sencilla verdad".

domingo, 2 de agosto de 2009

Ballenas

Los colosales seres del oceano nos conectan con el pasado del planeta, como si nada, el esqueleto de la Balaena Simpsoni que posa en toda su magnificencia en el corazón del Museo de Historia Natural, en la Quinta Normal es Lituechina, Topocalma es Lituechino y no es casualidad que esta parte de nuestro borde costero, haya cobijado casi intacta su estructura, del mismo modo que su vecina Navidad, atesoró por millones de años los fosilizados restos de una ballena, en la localidad de la aguada, 18 o 23 millones de años, nada en la vieja historia, solo para señalarnos que como las ballenas del museo, que tan lejos del mar.