miércoles, 30 de diciembre de 2009

El encomendero de Topocalma

En todo el territorio mapuche, de levo en levo, corre el mensaje que da cuenta de la muerte del apo Pedro de Valdivia en las inmediaciones del fuerte Tucapel, lugar en donde esperaba encontrarse con el Alguacil Mayor, Juan Gómez de Almagro, quién no llegó a la cita prevista desde Purén. Aun no se conocen los detalles del modo en que fue muerto junto a quienes lo acompañaban. No quedaron sobrevivientes winkas que puedan dar fe del hecho. Diciembre de 1553.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Un Bielsa para cada Comuna.

Un Bielsa para cada Pyme, un camino probado para Chile hacia el desarrollo, así reza una columna del CEO de Action Coach, Philippe Gillier, en el Diario Financiero, ante la pregunta, ¿ Qué le falta a Chile para llegar al desarrollo económico y al equilibrio social?
Nosotros conocemos la importancia de las Pymes como fuente generadora de empleos, el 80% de la fuerza laboral vive la suerte de las Pymes, las que representan sólo el 18% del producto interno bruto.Su realidad es un constante transito en el filo, sino enteramente en la informalidad. De otro modo, no pueden existir. El leit motiv, reside en la precariedad de los emprendedores, nadie les ha preparado, integralmente, para su cometido. Ante esta falta de profesión, priman los apetitos esenciales, fuera de todo control, la voracidad por el lucro mantiene el organismo vivo, a costa de la depredación. Me temo que adelante continuaremos oyendo el clamor de las Pymes, por más créditos y más perdonazos.
Existe el otro modo, el camino del fútbol, hoy día, es elocuente. Si logras identificar el factor gravitante que ha incidido en el vuelco de la otrora historia de precariedades del balón pié, en especial, se habrá dado un gran paso. El DT, entre
ellos, la actitud del presidente de la ANFP, la parada de la presidenta...etc. Faltan
modificar la simiesca externalidad de las barras, en fin.
Si un jugador promedio, como Bielsa, tiene las capacidades que requiere un entrenador para sacar lo mejor que tienen los jugadores y dejarlo en el cesped, podemos confiarle las herramientas y nuestros sueños.
Un Bielsa para cada Pyme y para cada Comuna.

domingo, 29 de noviembre de 2009

COSTINO

Don René León Echaiz, publicó varios de sus trabajos de investigación histórica, a mediados del siglo XX, algunos de sus títulos más conocidos, son: Ñuñohue, Prehistoria de Chile Central, Interpretación histórica del huaso chileno. Es en esta última obra mencionada, en que a modo de ensayo, incluye sus reflexiones, especialmente dedicadas al huaso costino de Chile central o los Costinos, llamados, simplemente.
Que tan válido y certero, don René León E., en su estudio sobre los costinos? Están vigentes, hoy día, las características diferenciadoras de nuestros coterráneos? Cuanto han cambiado? Necesitan un Bielsa?
De pronto, la mirada de don René…


EL COSTINO CHILENO

Perdido en medio de los cerros, oculto en quebradas inaccesibles, o al reparo de roqueríos del litoral, aislado del mundo y de sus problemas, transcurre la existencia del costino chileno, personaje extraño y pintoresco, que ha sido hasta aquí poco conocido y poco estudiado. Es pobre, es orgulloso, tiene apego profundo a las costumbres tradicionales y está teñido de una intensa chilenidad, constituyendo, por todo ello, un claro exponente de muchos aspectos de nuestra nacionalidad.
El lugar en que tuvo su origen y en el cual se ha desenvuelto, es la costa de la Zona Central de Chile. Y entendemos por costa, no solamente la orilla del mar, sino también los cerros y valles comarcanos, todo lo cual forma un conjunto animado por un mismo espíritu y en el cual el costino ha gravitado y ha predominado.
Mirado con criterio superficial, diríase que el costino no es otra cosa que el “huaso” o una leve variante de él. Pero no es así. Entre el costino y el huaso hay diferencias esenciales, que irán surgiendo poco a poco de estas líneas. Como un anticipo, podemos señalar que el huaso es hombre enriquecido y soberbio, con pretensiones y con ambiciones, mientras que el costino es de limitados medios económicos y vive satisfecho en su rincón, sin ambicionar ni pretender. Y que mientras el huaso es generalmente de origen mestizo, el costino arranca de todas las gamas sociales y tiene, en muchos casos, el más puro ancestro hispano.
La base primaria.
Historiadores y arqueólogos sostienen uniformemente que el primitivo indígena de Chile tuvo marcada preferencia por los parajes de la costa. Y tal situación es especialmente marcada en la Zona Central.
Las mayores masas de hombres prehistóricos, luego de irrumpir en la tierra americana, traficaron por la orilla del mar. Así llegaron a la angosta faja que habría de llamarse Chile y avanzaron por ella. Los primeros, que eran pescadores, se fueron arraigando, unos tras otros, en caletas abrigadas y en las desembocaduras de los ríos y arroyuelos. Allí levantaron rancheríos rústicos y permanecieron sustentados por la pesca. Tras ellos vinieron otros, que conocían rudimentos de agricultura. La orilla del mar no fue suficiente para ellos y se internaron por los valles costinos, buscando tierras de cultivo; pero, por lo general, no transpusieron las tierras comarcanas al litoral.
Así, pues, ya fueran ellos agricultores o pescadores, los más de estos hombres quedaron radicados en el sector costero; y allí se agruparon en multiformes y primitivos poblados.
Cuando el español llega a Chile Central encuentra a la población indígena aglomerada junto al mar o en los valles y cerros inmediatos. Más al interior o en los faldeos cordilleranos, esta población es dispersa, distanciada, o, simplemente, no existe.
Las razones de esta preferencia son obvias. Por los espacios abiertos, por sus playas de enorme extensión, se podía avanzar con mucha mayor facilidad que por cerros abruptos de la cordillera o por entre los matorrales cenagosos del valle central, y era más fácil cruzar los ríos por las anchas y lentas ensenadas de su desembocadura que por sus rápidos torrentes del interior. Y, además de ello, la costa ofrecía un clima en extremo benigno, suave, acoger, y proporcionaba, exigiendo un mínimo esfuerzo, toda clase de recursos y alimentos.
Más tarde, el español, durante la conquista y en los primeros años de la colonización, prefirió también, en la Zona Central, los sectores costeros. En ellos formó estancias, explotó minas, levantó pequeños poblados, organizó el trabajo de los indios, etc.
Tuvo también razones de peso para proceder así. Lo atrajo, también, como al indio, el fácil tránsito y la suavidad del clima; y vio en los valles húmedos y descubiertos mayores posibilidades para la agricultura y más recursos para la alimentación. La abundancia de indios agrupados en tolderías relativamente organizadas, algunos de ellos más o menos laboriosos, con rudimentarios conocimientos de alfarería y de industria textil, le hizo también prever un elemento importante de quien valerse. Por otra parte, en aquella época, en la cual no se conocían los caminos ni los medios
De comunicación ni los centros poblados, no había razón alguna para considerar aisladas o lejanas, como ocurrió después, a las regiones costeras.
Así, pues, tenemos que en los primeros años de la vida chilena, el grueso de la población está radicada en la costa. De tal circunstancia habrían de derivar hechos históricos y sociológicos de importancia vital. Uno de ellos es el nacimiento del “costino”, cuyo rastro venimos siguiendo.
Más adelante la población se correrá hacia el centro. Se fundarán ciudades, se construirán caminos, se incrementará la agricultura. La costa quedará olvidada y abandonada, muy especialmente en la Zona Central. El habitante de ella se aislará, se concentrará, tratará de valerse por sí mismo. O sea, dará un nuevo paso en la definición de su personalidad.
Pero no anticipemos los hechos.

DERIVACION HISTORICA

Hemos dejado la Zona Central costina preferentemente poblada por indios y españoles. Con tesón y con esfuerzo admirables, empieza la tarea de la colonización. Los cultivos agrícolas se perfeccionan y se racionalizan; se explotan minas y lavaderos; se construyen ingenios y molinos; se fabrican paños; se acomodan caminos. El español se valió del indio para sus trabajos en una u otra forma, con encomienda o sin encomienda, con servicio personal o sin él. Al mismo tiempo, la iglesia catequizó, moralizó, ordenó la organización familiar.
Muchas consecuencias fueron derivando de tal situación, consecuencias que poco a poco fueron formando la base humana del costino. Las consideraciones tan esenciales, que queremos precisarlas
ordenádamente:
a) Hubo muchos indios que no aceptaron la subordinación que por ellos significaba el trabajo en común con el español. No querían amos ni encomiendas. No querían cura doctrinero que vigilara sus hábitos, ni funcionario que les exigiera tributo. La libertad milenaria era para ellos más importante que el trabajo organizado y que la vida sujeta a normas morales. Entonces huyeron del cura, del encomendero, del terrateniente, del funcionario real. Se ubicaron en los más remotos e inaccesibles parajes. Ocultos en profundas quebradas, perdidos en “huapis” desconocidos, encerrados entre roqueríos del litoral; y allí habrían de originar pequeñas propiedades individuales que prevalecerían a través de los siglos venideros.
b) Los españoles formaron en diversos lugares pequeños pueblos aislados. Sin formalidades de fundación, sin trazas ni alarifes, levantaron unas cuantas casas, ya en los mismos caseríos de los indios o en otros parajes. Nacen así pequeñas aldeas, en las cuales el español impera como gran señor y en los cuales se hace vida española, iniciándose un arraigamiento de tradiciones y costumbres.
c) Hay, al mismo tiempo, españoles generalmente de origen modesto, que se acercan a los pueblos de indios para vivir en ellos. Son los “allegados”, prefieren la vida muelle, desordenada, viciosa de los caseríos indígenas y permanecen en ellos. Se asimilan a la vida del indio, participan en sus fiestas y en sus costumbres, trabajan con ellos y se ayuntan con sus mujeres. Los documentos coloniales están llenos de vanos reclamos de las autoridades por estos hechos, sin que jamás se haya logrado hacerlos desaparecer.
d) Se formaron en la zona costera estancias agrícolas de españoles, ni muy grandes ni muy ricas como las que con el correr de los años se formarán al interior del país. Es preciso anticipar que el estanciero nada tiene que ver con el “costino” que estudiamos, pues tuvo otra formación, otra vida y otra trayectoria; pero alrededor de la estancia se formó un conglomerado de “clientes” y protegidos y ella ejerció también influencia sobre la comarca, contribuyendo a formar costumbres y mentalidad.
e) Hubo españoles que se convirtieron en pequeños propietarios, ocupando retazos de terrenos para cultivos agrícolas o sectores serrinos para la crianza de ganado. Establecidos allí, levantaron su casa y permanecieron una generación tras otra, independientes y modestos.
f) Hubo también españoles que se dedicaron a la pesca. Establecidos en la desembocadura de los ríos o en la orilla del mar, fabricaron por sus manos rústicas embarcaciones e implementos de pescar. Junto a los indios que se dedicaban a iguales menesteres formaron, así, un sector de importancia en el conglomerado humano de la costa.
g) Y, por encima de todo, se produjo el mestizaje sin trabas. Pese a la condición social, pese a las ideas religiosas, pese a la prédica de los religiosos, el mestizo surgió en la gran estancia, en el pueblo de indios, en los ranchos aislados, en los grupos pesqueros.

Tales son las principales consecuencias que derivaron del intenso poblamiento de la región costera de Chile Central. Ellas, como lo anticipamos, dieron el elemento humano que habría de servir de base a la formación del “costino”.

EL AISLAMIENTO- NACE EL COSTINO

Así las cosas, he aquí que se produce, dijéramos que casi violentamente, el aislamiento de la región costera de Chile Central, que ya habíamos anticipado.
Han seguido llegando al país nuevos núcleos de españoles, con nuevas ideas y visiones. En el Chile Central no les satisface la costa, pobre y exprimida ya; y comprenden que aunque sea con mayores esfuerzos y sacrificios es posible encontrar más riqueza y mejores perspectivas en el valle central. Esta idea se generaliza en las nuevas generaciones de colonizadores y la vida se empieza a concentrar en el interior. Nacen grandes estancias con increíbles extensiones de tierras vírgenes y fértiles, frente a las cuales las primitivas estancias de la costa quedan reducidas a una modestia impresionante.
En el valle central se van formando también grandes industrias, molinos, curtidurías, trapiches; y si faltan indios para el trabajo, la solución es sencilla: basta con traerlos de otros lugares. En medio de estos nuevos centros de actividad van naciendo villas, fundadas con toda solemnidad: Santa Cruz de Triana, San Fernando de Tinguiririca, San José de Curicó, San Agustín Talca, Cauquenes, etc. Y van también naciendo iglesias y conventos por doquier. Si antes nacieron en Vichuquén, en Paredones, en Curepto y en otros lugares costeros, ahora nacen en Chimbarongo, en Curicó, en Talca. Para conectarles entre sí, se abren caminos y se mejoran los que ya existían.
La vida y la actividad cambian, pues, de centro. Ya los viajeros trafican por el valle central y abandonan los caminos costeros. Se hospedan en las villas del trayecto o en sus hospicios religiosos, comercian con las estancias y con los ingenios y con los molinos. Los nuevos colonizadores buscan tierras centrales, próximas a los caminos, a los conventos; y en el mismo sector establecen sus casas y sus industrias.
La región costina queda, en esta forma, aislada. Ya nadie trafica por sus rudimentarios caminos ni busca sus productos. El comerciante no lleva hasta ellas sus mercaderías; y el funcionario real relaja la vigilancia y la protección. Los pequeños villorrios quedan perdidos entre los cerros; las estancias y las pequeñas propiedades agrícolas, entregadas a su suerte, sin protección y sin intercambio; españoles pobres, viviendo entre los indios; iglesias y religiosos, cada vez más desguarnecidos y disminuidos, debatiéndose en una lucha dura y difícil; mestizos desconcertados, por doquier. En una palabra, se ha formado un nuevo mundo, que deberá vivir con sus propios medios, apegado a sus costumbres y bastándose a sí mismo.
El fenómeno es agudo en la Zona Central, porque el cambio de gravitación de la vida ha sido muy grande y muy notorio; y porque también muy grande el desnivel económico entre los nuevos centros y la costa pobre. En el norte y en el sur el fenómeno es más imperceptible o no existe, porque allí hay más medios de comunicación entre ambos sectores y no se marcan entre ellos tantas diferencias económicas; o, simplemente, porque nunca se produce la pugna entre el centro y la costa.
Y siguen ahora desarrollándose los acontecimientos. Todos esos sectores, que en el párrafo tercero hemos señalado como base humana del costino, tuvieron una trayectoria característica y definida, que es menester seguir en sus perfiles esenciales.
Desde luego, el mestizo, se vio abocado a un porvenir modesto y sin relieves. Su progenitor, pobre y sin recursos, aislado y sin mayores relaciones, sólo pudo proporcionarle limitada protección, lo que alcanza aun al progenitor gran estanciero. El mestizo que aquí se forma es, así, modesto, sencillo, resignado, sin ambiciones, aunque orgulloso. En cambio, en el valle central la situación es bien distinta: allí el mestizo, bien protegido y apoyado por su progenitor, da origen al “huaso” en los sectores rurales. Y es altanero, ambicioso y se enriquece fácilmente.
El indio huidizo, que había levantado su ruca en cualquier lugar oculto o inaccesible, termina por regularizar de hecho su situación y se transforma en pequeño propietario. Y los indios que permanecieron en sus rancheríos, con el control de las autoridades muy disminuido ya, empiezan a dividir sus comunidades o a vender sus tierras, primero de hecho y luego, en los primeros años republicanos, amparados por la legislación. Dan origen, en tal farma, a diversos tipos de pequeños propietarios.
Los españoles “allegados”, que se habían mezclado en los pueblos de indios, al no tener ahora más horizontes ni expectativas, terminan por hundirse en ellos. Se asimilan cada vez más a las costumbres indígenas, propagan a la vez costumbres propias, forman su familia; y terminan también por convertirse en pequeños propietarios, profundamente arraigados, transmitiendo a su descendencia sus muy peculiares caracteres.
Los pescadores y mariscadores, sean ellos de origen indio o español, desligados ya de control y de vigilancia, terminan por apoderarse de pequeños retazos de terreno a orillas del mar o de ríos. Primero lo hacen de hecho, subrepticiamente; pero más tarde la legislación colonial republicana les reconoce derecho a esta ocupación “para menesteres de pesca”. Los menesteres de pesca constituyen, naturalmente, el motivo inicial de la ocupación; pero luego ésta se hace total y sin límites y nadie molesta a los descendientes de pescadores definitivamente establecidos en retazos de tierra transformados en agrícolas, Como el mar con los años va cediendo terreno, los linderos legales se retiran y la ocupación se hace más estable y más legítima. Nace, así, un nuevo conglomerado y un nuevo tipo de propietario independiente.
El habitante del pueblo chico adquiere, también, caracteres especiales. Los pequeños villorrios formados por el español en cualquier parte, las agrupaciones nacidas en torno a los conventos, los rancheríos de indios que se transformaron con el influjo español, aislados ahora, parece que se reconcentraran en sí mismos o que se introvertieran, tiñiéndose más aún sus rasgos peculiares. Su habitante se hace huraño y orgulloso, apegado a viejas tradiciones y marginado de muchas facetas de la vida en avance.
Todos estos elementos, y otros que sería largo analizar, no obstante tener diverso origen y diversa formación, adquieren muchas características que son en todos ellos comunes y peculiares. Ya en plena colonia empiezan a diseñarse y más tarde constituyen un conglomerado típico, que queda viviendo en el amplio escenario costero, enmarcado y limitado por el mar, los ríos y los cerros.
Ha nacido, así, el costino.
Cuando se produce la independencia nacional y se inician los años republicanos, este grupo va cada vez más acentuando sus caracteres, Luego, cuando el desarrollo e3conómico y el turismo, abren las vías hacia la costa, el hombre moderno se sorprende de encontrar esta vida tan especial y tan distinta de lo conocido.

CARACTERISTICAS DEL COSTINO

Hemos dejado ya formado un personaje peculiar. Está repartido en la orilla del mar, en las quebradas y valles de la Cordillera de la Costa, en lo alto de los cerros, en abruptos roqueríos, en pequeños pueblos o en áridas mesetas. Se le llama “costino” a poco de estar diseñado, aunque estrictamente hablando, no siempre vive en la costa misma sino en sus aledaños. Ello se debe a que en todas partes tiene visibles caracteres comunes, que lo hacen constituir un todo característico, diverso en su esencia de otros sectores humanos.
Consecuencialmente, y por las mismas razones, en la Zona Central se acostumbra llamar “costa” a todo el amplio sector en que el costino está repartido, aunque no siempre se encuentra a la orilla del mar. No es fácil señalar con precisión este sector. Nosotros hemos hablado del sector costero de la Zona Central. Podríamos, tal vez, precisar algo más y, aunque sin hacer afirmaciones absolutas, decir que el personaje habitual del costino chileno está comprendido entre los ríos Rapel y Maule, por el norte y por el sur; y entre los primeros cordones de la Cordillera de la Costa y el mar, por el oriente y el poniente. Suele presentarse también, aunque con caracteres más desleídos, en algunos parajes más al sur del río Maule.
¿Cuáles fueron las características que este conglomerado humano adquirió en el largo proceso de su gestación?
Debe señalarse, en primer término, un notable desarrollo del sentimiento de independencia. Aislado, sin protección y sin control, el costino se acostumbró a no soportar reglamentaciones ni controles, y a no esperar ayuda de nadie. Ha sido y se ha sentido libre, como el agua y como el viento de su comarca.
Las mismas razones lo obligaron a valerse por sí mismo para atender sus necesidades. Así lo vemos, por doquier, plantar y cultivar su tabaco, que luego fuma en toscas hojas de maíz; fabricarse pipas de madera; utilizar para usos domésticos la milenaria piedra prehistórica que el arado desenterró; medir sus cosechas con el “almud” legendario, que él mismo fabrica; cubrirse con tejidos elaborados en sus propios husos y telares, tiñiéndolos con colores que él mismo fabrica; moler su trigo en molinos elementales que levanta junto a arroyuelos; beber el vino áspero y avinagrado de sus pobres majuelos.
Sus medios de vida son estrictamente propios; y, así, por lo general, no debe su sustento al amparo servil ni a la protección ajena. Se lo debe a su pedazo de tierra, a su pequeña majada, a su salina, a su red o a su molino. Pero su situación económica, por esta y por otras razones, es desmedrada y descolorida. Vive modestamente, en sus habitaciones sencillas, con muebles elementales, con vestimenta pobre y ruda. Sus distracciones son congruentes con su propio medio y no pasan de las carreras de caballos, las topeaduras, las “celebraciones” de santos y el jolgorio. Gusta, a veces, embriagarse, aunque la borrachera no es generalizada en él.
Tiene una tendencia invencible a la paz y a la molicie, que se manifiesta en la inalterable calma con que Habla o camina; en la lentitud con que trabaja; y en la indiferencia con que afronta la buena o mala ventura. Poco le agrada moverse de su rincón y los viajes son para él un acontecimiento extraño y desagradable, salvo en momentos de euforia colectiva de determinadas épocas, que lo llevaron a abandonar mujer, hijos, y bienes para “engancharse” a los trabajos del “Norte”, de los cuales volvió al fin decepcionado. Se da el caso extraño de quienes no conocen las ciudades ni el ferrocarril; y el caso más extraño aún de costinos encerrados entre las montañas, ¡que no conocen el mar! Tal característica es resultante lógica del clima suave y adormecedor, del aislamiento tradicional y de las necesidades elementales y sencillas a que se ha acostumbrado.
El costino ha conservado, cual ningún otro sector nacional, las antiguas costumbres, ya sean ellas de indios o de españoles, en una mezcla curiosa y desconcertante, como una consecuencia también del largo aislamiento, que ha evitado influencias extrañas o modernas. Así podemos ver cómo conserva un lenguaje castellano arcaico, palabroso, lleno de giros poco usuales y con correcta construcción de las frases; y al mismo tiempo usa gritos y sonidos guturales de clara naturaleza aborigen. Muchos viven aún en casas enladrilladas, con muebles de antigua factura. Su vestimenta es manifiestamente de otra época, especialmente en las mujeres, que usan faldas largas y voluminosas, zapatos de alto caño, mantos y ropones de montar a mujeriegas. Son comunes los proverbios, los romances y las canciones antiguas. En los pobladores de mayor categoría, se conservan aún costumbres de “vida social” de otras épocas; y, al mismo tiempo, se realizan danzas y festividades de carácter indígena. Son frecuentes aún los saraos, las confituras, las mistelas, la música, en las casas de más calidad, mientras la gente modesta danza con bonetes ente imágenes religiosas o en “celebraciones” de Santos, en determinadas ocasiones. Especialmente típico es el ceremonial con que hasta hoy se realizan los matrimonios: hay “avisadores” que se adelantan hasta la casa en que se ha de realizar el festejo y preguntan en verso si la novia puede ser recibida; y luego, al llegar los novios, se cantan con guitarra los “parabienes”, sin los cuales nadie puede entrar en la casa.
Tiene el costino un marcado sentimiento de orgullo. Aunque se desenvuelva en desmedrada situación económica, aunque se vea precisado a realizar con sus propias manos las más rudas labores, jamás se pone bajo el nivel de nadie. Por el aislamiento en que ha vivido y por la tradicional importancia y primacía que ha tenido dentro de su medio, no reconoce superioridad en los extraños, por altos que sean; y no se atemoriza ni aminora ante magnates o autoridades. Tiene, incluso, preocupaciones aristocráticas en muchos casos, preocupaciones que derivan tanto de antepasados españoles, como de antepasados indígenas. Son muchos los que se dicen descender de antiguos caciques o que se conservan el recuerdo de verdaderas “dinastías” indígenas. Su orgullo, no obstante, es reposado, sin altanería.
En el aspecto legal, el mismo aislamiento ha mantenido en el costino situaciones de hecho o concepciones jurídicas anticuadas. Su situación ante la ley es, así desordenada y en desacuerdo con la actual ordenación. Los títulos de dominio de la propiedad raíz, en un extraordinario número de casos no existe o sólo existe imperfectamente. Las familias se perpetúan en pequeñas propiedades, transmitiéndoselas muchas veces sólo de hecho; y aun vendiéndoselas por medio de documentos privados. Es frecuente el caso del “mantenido”, hombre que vive con más de una mujer y que en gran parte se mantiene a expensas del trabajo de ellas. Hasta no hace mucho hemos conocido hombres de chapa antigua que creen tener amplios derechos sobre los hijos y sus bienes aun después que entran a su mayoría de edad; y que consultan si esos hijos pueden adquirir bienes para sí, sin que se les haya dado “carta de libertad”. Son también frecuentes las comunidades centenarias de grupos y poblados sobre determinados terrenos, especialmente cerros, costumbre derivada de la antigua organización indígena, y que da lugar a incontables conflictos judiciales.
En el aspecto político, el costino ha llegado a caracterizarse por su extraordinaria inestabilidad. Le interesan y le agradan las contiendas cívicas y recibe siempre con interés la visita de candidatos; pero no comprende debidamente los problemas públicos. Oscila de una tendencia a otra con la mayor naturalidad; y hay casos de quienes se inscriben en dos partidos políticos a la vez, expresando que no encuentran en ello ninguna incompatibilidad. El apoyo político que presta a un partido o a un candidato, adquiere para el costino una desproporcionada importancia y lo recuerda permanentemente, sintiéndose después profundamente herido si no es atendido en sus menores peticiones. Aunque parezca extraño, el costino es notoriamente politizado y unos a otros se valorizan por “votos”, o sea, por la cantidad de adherentes que puedan proporcionar a una candidatura.
Para terminar este diseño de las características del costino, debemos repetir que no debe confundirse a este tipo humano, con el antiguo estanciero de la costa, que ha derivado en el rico hacendado de hoy. Aunque tiene algunos rasgos comunes, el estanciero no lleva la vida modesta y desguarnecida del costino; tiene mayor cultura, mayores relaciones y su aislamiento mucho menor. Su situación deriva de las antiguas y grandes concesiones de tierra, que han sido mantenidas indivisas o divididas sólo en grandes sectores. Vive en medio del costino, en un ambiente patriarcal, sin marcar con él grandes distancias en el trato.
Hay también una variante una variante en este típico personaje, que es inresante destacar: la del costino negociante y pícaro.
Haciendo contraste a la natural indiferencia y pasividad del grupo. Suele surgir inesperadamente en cualquier sector un tipo ambicioso, activo, emprendedor, sin escrúpulos de ninguna naturaleza. Empieza con un pequeño negocio a orillas del camino o en la calleja de alguna aldea, o como vendedor ambulante, o como comprador de cosechas. No se atemoriza ante el fraude o el engaño. Ni ante el trabajo agotador e ininterrumpido. Vende vino y bebidas alcohólicas clandestinamente, se apodera de animales ajenos si la ocasión se presenta, adquiere tierra por engaño. Y termina muchas veces por enriquecerse extraordinariamente.

EL ASPECTO FISICO

Mención especial merece el tipo físico que el costino ha formado en su trayectoria. Aunque parezca extraño y aparentemente no se encuentren razones, el costino tiene rasgos peculiares, que causan sorpresas en quienes los observan. El costino tiene, por lo general, cabello rubio y ajos azules o claros. No siempre es así; pero en este tipo generalizado, que se encuentra por doquier en la zona costera en referencia, y con más abundancia en los parajes más apartados. Este rasgo, que es el más característico, se mezcla en no pocas veces con inconfundibles aspectos indígenas, con rostros toscos, con cabezas chatas, con pómulos salientes.
El hombre es casi siempre alto, seco, huesudo, desgarbado. A diferencia del elemento popular-indígena, tiene abundante barba; y acostumbra dejársela crecer, usándola, a veces, como barbilla en punta. Con estos caracteres y caminando en flaco rocín por entre los cerros y entre nubes de polvo, créese ver al Quijote trasplantado; o diríase que un viejo conquistador, estropeado por larga caminata, va penetrando en comarcas desconocidas.
Muchas explicaciones se han dado para comprender esta situación; y hay leyendas generalizadas en los mismos parajes costeros o que son formadas por los visitantes. Se habla de la influencia del mar, que con su colorido habría formado generaciones de hombres de ojos azules. En ciertas partes se hacen relatos de naufragios, en los cuales náufragos “gringos”, que habrían permanecido en la costa, engendraron hijos con sus rasgos raciales.
Pero la verdad es otra. Los rasgos físicos del costino son otra consecuencia de la antigüedad con que la costa empezó a poblarse y del aislamiento en que después se mantuvo. Es sabido que el primitivo conquistador español y los primeros conquistadores eran de tipo godo, con ojos azules y cabellos rubios. La sangre goda era en esa época predominante en los españoles; y todos los documentos y testimonios coinciden en describir a aquellos hombres como blancos, rubios y con barba. Los primeros mestizos de español y de india fueron, así, de ojos claros y cabellos rubios, situación que en los años posteriores, al llegar a Chile nuevas oleadas de españoles, habría de desaparecer.
En la región costera a que nos referimos, el fenómeno fue de la misma naturaleza; pero logró mantenerse y llegar hasta nuestra época. También allí los primitivos pobladores españoles fueron de tipo godo, y como su cantidad fue numerosa dieron lugar a gran número de hijos, cuyos rasgos fueron los de su raza: rubios y de ojos azules. Este tipo de hombre se generalizó ampliamente en la región costera, y como después vino el aislamiento de esta región que ya conocemos, por haberse desplazado la actividad hacia otros sectores, el tipo logró mantenerse. No hubo nueva afluencia de otros tipos raciales, que pudieran haber desnaturalizado los rasgos godos, como ocurrió en otros lugares. Si a esto agregamos que la población netamente indígena de la costa fue disminuyendo cada vez más, podremos comprender por qué el costino de hoy ostenta esta naturaleza física, que aparentemente es extraña y anacrónica.

PROBLEMA RACIAL

Establecidos los hechos anteriores surge ahora una interrogación. Este tipo humano llamado “costino”, formado en una época marcadamente dividida por conceptos raciales y sociales, ¿a qué raza y, por lo tanto, a qué estrato social pertenecía? ¿Era de origen español, era de raza blanca, era indígena, era mestizo?
Del contenido de los párrafos anteriores la respuesta se desprende lógicamente. Sin embargo, queremos recapitular para insinuar algunas conclusiones al respecto.
El costino no pertenece exclusiva o preferentemente a un solo tipo racial, sino que tiene un origen amplio, multiforme. Se diferencia en esto del huaso que, como hemos visto, es preferentemente mestizo.
Tienen origen netamente español los sectores costinos que descienden del antiguo pequeño propietario español; del habitante de los viejos poblados, que aún sigue viviendo en su aldea; de los estancieros venidos a menos o que dividieron sus estancias en pequeños retazos, etc.
Tienen origen marcadamente indígena aquellos costinos que resultaron de la división de las comunidades indígenas y que siguieron viviendo independientemente en el pedazo de suelo que se les adjudicó. Igual origen tienen también todos aquellos pequeños propietarios, perdidos entre los cerros y los valles, que derivan de aquellos indios que huyeron de la encomienda, del cura o de la reglamentación.
Son, en fin, de origen mestizo todos aquellos costinos, ampliamente repartidos por doquier, que derivan de esa gran masa de españoles que se radicó en los pueblos de indios, asimilándose a ellos y buscando en ellos mujer. Y, en general, ese conglomerado de mestizos, nacido en todas partes y que por la ayuda de su progenitor o por esfuerzo, logró formarse una situación independiente, aunque modesta.
Hay, pues, una amplia gama racial en el costino chileno.
Es indudable que esta situación señala entre ellos algunas diferencias, ya sean ellas físicas, psicológicas y, aun, de carácter social. Sin embargo, por sobre estas diferencias, están unidos por los marcados caracteres que hemos señalado y que resultaron de la especial manera como este grupo humano se gestó. Muchos de estos caracteres abarcan a todos ellos, con mayor o menor intensidad; y otros sólo se extienden a determinados grupos.
Pero, en todo caso, desplazándose de un lado hacia otro, mezclándose, compensándose o compenetrándose, han hecho del costino, no obstante su vario origen racial, un conglomerado único y característico.

CONCLUSION

Hemos señalado en las páginas anteriores el nacimiento, el desarrollo y los caracteres del costino chileno.
Se trata, sin duda, de un personaje que ha desempeñado modestamente su papel dentro de la sociedad y que se ha desenvuelto calmosamente, desde los días coloniales hasta el tráfago avasallador de la vida moderna.
Como otros personajes típicos, el costino chileno ha tenido y tiene defectos y virtudes; pero ha desempeñado en el desenvolvimiento de Chile una misión y un destino, encarnado, a la vez, algunos aspectos de la chilenidad.
Considerando en el aspecto económico, ya sea el individual o colectivo, el papel del costino ha sido escaso y descolorido. Ni ha participado en grandes empresas ni ha contribuido en forma apreciable va la producción nacional. Su actividad económica ha sido desmedrada, limitándose a un trabajo simple y restringido, si más finalidad que la de satisfacer a medias sus elementales necesidades.
Políticamente su papel ha sido negativo. Su manera de apreciar y comprender los problemas públicos ha sido causa de perturbación en el desenvolvimiento político y ha mantenido prácticas arcaicas e inconvenientes.
Tiene, en cambio, un extraordinario valor como fuente para el estudio del pasado en todos sus aspectos. Diríase que en el costino el tiempo se ha detenido y que su vida se ha desarrollado por medio de procesos retardados. En cualquier momento de su evolución y en los días actuales, es fácil, así, poder apreciar aspectos económicos, lingüísticos, agrícolas, sociales, etc., de los tiempos pretéritos.
Ha tenido también gran valor como conservador de tradiciones y costumbres chilenas del más variado origen que, sin él, seguramente habrían desaparecido. Mirado en este aspecto, el costino es un exponente de la vieja chilenidad y frente a intromisiones foráneas puede ser una reserva para el futuro.

martes, 13 de octubre de 2009

Cáhuil y Topocalma

Más de algo en común tienen estos dos lugares, sin embargo, la leyenda es el vínculo
que traigo presente, en una versión de Antonio Landauro, La Laguna de Cáhuil.
Cáhuil es un pequeño caserío de pescadores ubicado a unos veinte kilómetros al sur del balneario colchaguino de Pichilemu. En medio de la pequeña ensenada existen aún cuatro pequeños farolillos a gas que usaron, seguramente, en una época pasada los pescadores. Hoy son sólo el recuerdo de otros tiempos mejores que vivió esa esforzada población.
La laguna de Cáhuil es angosta y se asemeja a un río de regular caudal. El agua en sus primeros quince kilómetros es salada y una fauna típicamente marina. Abundan los róbalos, las cachambas y los pejerreyes.
Cuentan los lugareños que vivió hace muchos años en Cáhuil un viejo pescador de apellido Vega. Era el más diestro y hábil de todos los pescadores ya que, gracias a su experiencia y conocimientos, sacaba más peces y mariscos que ningún otro. Tenía dos hijos y una perra. Poseía conocimientos de brujería y era también un hábil alfarero. Un día compró algunos caballos y cuando parió su yegua, echó a la laguna enormes y abundantes redadas de mariscos y peces. El caballo estaba de su parte y la laguna bienhechora proporcionaba al viejo Vega y a todos los pescadores, productos suficientes para llevar una vida sin apremios ni preocupaciones.
El caballito encantado era feliz. De día y de noche se sentía el chapoteo de sus ligeras patitas galopando sobre el agua. De noche lo seguían en su carrera miles de aves y el "lucerito" de luciérnagas que lo acompañaban era impresionante.
La fama del viejo Vega trascendió más allá de los reducidos límites de Cáhuil; pasó su laguna y sus montañas floridas, traspasó sus dunas y sus salinas y llegó a otras regiones. Se le conocía en Topocalma y Pichilemu, en Bolleruca, en Bucalumu, en Lico y Vichuquén.
Un caballero de Topocalma había perdido en el mar un chichorro que apreciaba mucho por cuanto le proporcionaba pesca segura y abundante. Después de agotar sus propios esfuerzos y los de su servidumbre en vano, recurrió al viejo pescador de Cáhuil cuyos poderes sobrenaturales ya lo habían rodeado de una aureola de prestigio.
El poderoso señor de Topocalma le ofreció al viejo pescador por recuperar la embarcación todo cuanto él desease.
Había que arrancar el chinchorro de entre unas rocas donde rompían furiosas olas.
Vega se encaminó solo al alcantilado. Rechazó toda ayuda y no llevó objeto alguno para efectuar su labor. Pidió sólamente que nadie lo acompañara y que lo dejaran trabajar sin testigos. Esta exigencia suya picó la curiosidad de la servidumbre del terrateniente de Topocalma y varios de estos lo siguieron a escondidas y vieron cuando Vega llegó a la peligrosa zona y se desnudó.
Enseguida se frotó el cuerpo con un unguento y, ante el asombro de los furtivos observadores, quedó convertido en un lobo marino. Se lanzó al agua y nadó con toda agilidad hacia hacia el roquerío. Una vez en el lugar, se sumergió y desprendió el chinchorro de las rocas que lo tenían prisionero. Se lo ató a la cintura y nadó con él hacia la playa. Recuperada su forma primitiva, se vistió y se fue a casa de caballero dejando en la playa la codiciada embarcación. Tan grande era el agradecimiento del rico señor y tanto su asombro que le pidió al viejo que se quedara en sus propiedades. La invitación fue naturalmente bien acogida.
La ausencia de Cáhuil del pescador fue aprovechada por los brujos de otras regiones, quienes desde hacía tiempo codiciaban al caballito encantado de la laguna, y, haciendo uso de sus artes diabólicas, lo raptaron. Desde entonces la laguna de Cáhuil se "descompuso" y ya no fue más la bienechora de los pescadores, despues de algún tiempo, se terminaron en ella los erizos, los choros y las machas, y los peces sufrieron también notable disminución en variedad, calidad y tamaño. En la actualidad los pescadores de Cáhuil sólo extraen de sus aguas- en otro tiempo generosas- cachambas, pejerres y robalitos, cuyos cuerpos se ven saltar entre las redes, las claras y límpidas noches de luna llena.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Nuestra señora del Rosario

Hoy el santoral recuerda a Nuestra Señora del Rosario, advocación de la Parroquia desde, aproximádamente, 1750. Así consta en el Auto de visita del 19 de noviembre
de dicho año, citado por don Régulo Valenzuela Matte en su trabajo, La Doctrina del Rapel en el Reino de Chile,"..en Pucalán el señor Visitador Dr. Del Pozo y Silva mandó se hiciera inventario de los bienes de aumento de la Capilla de Pucalán "que se dice del Rosario". El Notario de Visita y Secretario Juan Xavier Larrañeta hace el inventario de las alhajas que "se hallan en esta capilla del Rosario de Pucalán". Es la primera vez que vemos aparecer oficialmente el nombre de El Rosario para la Parroquia. Ya habíamos visto que Pucalán había desplazado a Rapel como centro de la doctrina, lo que se acentúa en la primera mitad del siglo XVII. Con seguridad podemos afirmar que los libros y la sede parroquial han funcionado desde un inicio en Pucalán, ahora denominado El Rosario de Pucalán."
La Parroquia Nuestra Señora de El Rosario de Litueche, es la heredera de la rica y larga historia de la Doctrina de los Indios del Rapel, la que desde 1750 hasta hoy tiene como Patrona a Nuestra Señora del Rosario, ininterrumpidamente, por casi 259 años, el nombre de la advocación de la Parroquia ha permanecido invariable.
El 19 de noviembre, solo un hito.

jueves, 1 de octubre de 2009

Ovando de Solís, Solís de Ovando o Solís

Una nueva búsqueda sobre el personaje español, Francisco José Ovando de Solís, el que fuera Gobernador interino de Chile, por el corto espacio de casi un año, no permitió corroborar la afirmación de que éste halla tenido, en Chile, la calidad de "encomendero". Este noble, era marqués, sirvió en el ejército y armada real, en su calidad de Gobernador interino, esperaba la confirmación de la corona del cargo en propiedad, viajaba rumbo a Concepción cuando recibió la noticia de la llegada de su sucesor, Ortiz de Rozas. Pronto, retornó al Perú y allí fue destinado al cargo de
comandante de la armada real del Pacífico, más tarde, nombrado gobernador de las Filipinas, esperó dos años un barco que lo transportara a tomar poseción de su alto cargo. En un viaje de vuelta a Acapulco, falleció en alta mar. No se conoce desendencia de Ovando de Solís, trás su partida de Chile.
Don Francisco Antonio Solís de Ovando Baeza, chileno, hijo de Clemente Solís y Catalina Baeza, nació en El Rosario en el último cuarto del siglo XIX,quedó huérfano
muy pequeño y tuvo que trabajar desde niño para ganarse la vida, ingresó al ejército
como soldado del cuarto de línea, hizo carrera en el arma de infantería y a los dos años fue ascendido a oficial, estudiando en la escuela de San Bernardo, siendo capitán, ganó un concurso para un puesto de alumno en la academia de guerra, egresando con el grado de mayor. Siendo mayor, ya ocupaba comandos reservados por los reglamentos, para los jefes de mayor graduación, fue enviado a un curso de especialización a Alemania. Ascendido a teniente coronel,se le dio el mando de la tercera brigada de infantería, de esa época data su participación en un conato de golpe de estado por lo que fue sometido a proceso ante el consejo de guerra(durante la guerra civil del 91, abrazó la causa parlamentaria, en contra del presidente Balmaceda).
Más tade, fue destinado a la división de Antofagasta, junto con el mando, le correspondió asumir por algunos meses como intendente de dicha provincia.
Tuvo participación en la prensa militar, es autor de numerosas obras de intrucción y reglamentos militares, ejerció la docencia, fue director de un curso de instrucción de oficiales superiores, alcanzó el grado de general de brigada.
Don Francisco Antonio Solís de Ovando Baeza o Francisco Antonio Solís Baeza,hijo de clemente y Catalina, según reza la partida de bautismo del libro 9 fojas 97 vuelta, de la parroquia de nuestra señora de El Rosario, de fecha 14 de febrero de 1869, la cual se encuentra adulterada en su original, al nombre del infante Francisco Antonio Solís, se le ha agregado con caligrafía similar y tinta más oscura, "de Ovando".

Tesoro en La Matancilla

Una vieja noticia de un viejo periódico, El Progreso, del puerto de Matanzas
en su edición del 3 de agosto de 1913, señala: "En la Matancilla, en la propiedad de Sabino Farías, al realizar una excavación, a unos doce metros, se encontró un tesoro oculto del tiempo en que en ese mismo lugar existía una iglesia".
El imaginario costino, especialmente, el de la costa de la antigua provincia de Colchagua, abunda en historias de tesoros, una de las razones corresponde a que ésta
fue un teatro de acción de contrabandistas, filibusteros y sanguinarios piratas. Contribuyeron a estas prácticas; el aislamiento y abandono secular de esta extensa
región, con el consiguiente desarrollo de una "mentalidad fronteriza" en sus pobladores, las restricciones coloniales al comercio y las condiciones naturales del litoral, propicias para el embarque y desembarque de productos.
Tristemente célebre es el episodio de La Escorpión, con consecuencias políticas al más alto nivel en las postrimerías del gobierno de García Carrasco.
También han hecho su contribución, los naufragios, aun existen mareros que combinan con sus actividades propias, las de cuidar restos de naufragios a la espera de buenas condiciones que permitan rescatar preciosas cargas.
Otros, descubriendo y excavando toneladas de tierra, piedra y arenas de las numerosas cuevas llamadas, del "pirata".
Lleno de tesoros, nuestro folcklore.Tesoros reales, como el de La Matancilla y otros, más reales, todavía.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Topocalma, Puerto

En 1811, el gobierno de Chile mantiene la división política administrativa del territorio heredada del gobierno colonial, por disposición del Alto Congreso, el senador don Juan Egaña elaboró un proyecto de Constitución para el Estado de Chile, el que fue publicado en 1813. Esta contemplaba la división del país en tres Departamentos; Coquimbo, Santiago y Concepción.
La Constitución de 1818 mantiene estas tres unidades, cambiando su denominación por el de Provincias. Más tarde, en 1822, una nueva Constitución divide el país en 8 Departamentos.
Posteriormente, en 1823 se nombró una comisión para proponer un proyecto de división y deslinde topográfico de los Departamentos del Estado, ésta la forman don Manuel de Salas, don Juan Egaña, don Santiago Fernández, don Antonio Pantaleón Fernández y don José María Argandoña.
La propuesta se encuentra en el Almanak 1824 para el Estado de Chile, base de la norma aprobada en 1826, la que en su capítulo 11, sección 1.- Gobierno interior de los pueblos, señala:
Departamento de Santiago. Al sur con el río Maule que lo separa del Depto. de Concepción. Al norte con el cordón de serranía nombrada, Quebrada del Negro, que lo separa con el de Coquimbo. Comprende las Delegaciones de: Maule, Curicó, Colchagua, Rancagua, Santiago, Melipilla, Casablanca, Quillota, Los Andes, Aconcagua, Ligua y Petorca. Contiene los puertos de Quilimarí, Papudo, Concón, Quintero, Valparaíso, San Antonio, TOPOCALMA, Iloca. La sede de la capital del Departamento, es la ciudad de Santiago, la autoridad máxima, es el Gobernador intendente.
Llama la atención, la constante transformación de la división del territorio y su jurisdiccion. Volveremos sobre este tema.
El objeto de esta nota, es destacar la figuración de Topocalma como el único puerto del litoral Colchaguino y que se trata del puerto de Tumán o Puertecillo y no del actual lugar de Topocalma, según la cartografía de la época. Y lo otro, que la denominación de puertos, se debe a las condiciones naturales que presentan estos lugares y no significan que estos posean instalaciones.
Lo grafica con toda claridad, doña Mary Graham, al referirse a las precarias intalaciones portuarias del principal de ellos, Valparaíso.

martes, 22 de septiembre de 2009

Toponimia inca

Los Quechuas y Aymaraes no ocostumbraban dar un nombre específico a los lugares que habitaron, sino que trasmitieron su propio nombre de ayllo o de tribu, entonces los nombres, no son de lugar, sino de estirpe de quienes lo fundaron, o de donde vinieron.
En nuestro territorio existen escasos vestigios de topónimos "inca", se conocen, generalmente, los lugares ocupados por instalaciones incas dadas por el caracter y los usos que poseían, de modo que, encontramos varios; pucara, tambo, camarico y camino del inca.
En la Cordillera de la costa, al sur del río Maipo, se encuentra el Cerro Pucaray y próximo, el Estero (o canal) de Chocalán, más al sur, Camarico y entre estos lugares, unos cuantos esteros ricos en oro y alguna mina, cuyos filones, aun producían metal para dar vida al trapiche de los Fuenzalida, de El Rosario.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Litueche en la Red

"Nunca es bueno que la gente tome algo de una Enciclopedia y lo trate como si hubiera descendido del cielo. Sabemos que las enciclopedias, aun las muy buenas, están llenas de errores. Es parte de la condición humana. Es muy difícil hacer material de referencia de buena calidad sin introducir alguna tendencia, errores o cosas así. Espero que la gente se dé cuenta que todo el conocimiento es parte de un diálogo, algo que debes acoger con una mente activa."
Estas son, una síntesis de las palabras que Jimmy Wales, uno de los fundadores de Wikipedia al Diario Financiero, en su edición del 3 de septiembre del presente.
Esto lo he traído a colación, dado el contenido de Wikipedia sobre el topónimo, Litueche, el que transmite datos erroneos y tendenciosos, reproducidos por instituciones oficiales del Estado y particulares, sin expresión de origen.
El sacerdote, Hugo Tagle, a propósito de un tema especialmente sensible para la iglesia,como el caso del sacerdote Marcial Maciel, señala que, "La verdad nos hace libres, por lo que no hay nada que temer, la Iglesia se purifica en la verdad".
Interesante sería sincerar públicamente, con responsabilidad y altura de miras, las distintas visiones sobre el pasado, romper el estado actual de cosas, rehacer el camino sin ideologismos ni desconfianzas que perturben la verdad. Quizas, hasta se pueda ver más claro, el futuro.

martes, 25 de agosto de 2009

De Obando Solís

Recientemente he tomado contacto con un miembro de la familia Solís de Ovando, quien dice provenir de la familia formada durante la colonia por Francisco José Obando de Solís, el que habría sido "encomendero",por el año de 1670 y más tarde Gobernador de Chile, por un corto período. Sobre dicho personaje, encontramos lo siguiente, de una consulta preliminar, en la propia biblioteca; Francisco José Obando de Solís. Nació en Cáceres, España, a fines del siglo XVII. Marqués de Obando, era un hombre culto, poseedor de una gran biblioteca, mariscal de campo del Real Ejército y jefe de las escuadras reales. Fue nombrado gobernador interino de Chile (1745-1746) por José Antonio Manso de Velasco, gobernador saliente. Desarrolló una notable actividad y llevó a cabo diversas obras de adelanto para la ciudad. Deseaba ser nombrado gobernador en propiedad, pero cuando se dirigía a Concepción, se enteró de la llegada de su sucesor, Domingo Ortíz de Rozas, quien se recibió del mando el 25 de marzo de 1746. Falleció en alta mar en 1754. Hasta aquí lo que consigna el diccionario Nobel, 1986.

lunes, 24 de agosto de 2009

Aspillagae, en Litueche



Aspillagai o Aspillagae, Eríosyce Aspíllagae (Söhrens), Pyrrhocactus Aspíllagae, una variedad de neoporteria horrida, cactus hurridus, nombre de una cactacea cuya existencia en los campos costinos, especialmente en Tanumé, ubicado al noroeste de la comuna de Pichilemu y en Constitución, región del Maule.
Fue instalado en la galería botánica, en la primera mitad del siglo XIX, descrita en Europa, por Colla y bautizada, en honor de la familia de Manuel Aspillaga, propietario del fundo Tanumé.
Dicho cacto, me fue presentado por don Joaquín Molfino Chiorrini, hace dos décadas, él es propietario del predio ecológico San Francisco de Litueche, en las cercanías de Tanumé. El límite oriental de San Francisco enfrenta las denominadas, Mesetas de los Peumos, lugar en el cual se encuentra distribuido éste cacto, el Aspillagae, el mismo que se ha creído extinto por algunos especialistas. Quizás, por la curiosa particularidad que se le atribuye, sumerjirse en la tierra en época estival.
El reencuentro del Aspillagae, con el mundo interesado, se debe en gran medida a la oportunidad que tuvo, en la década del noventa, el ingeniero forestal, Patricio Novoa, cuando realizaba para Conaf, un catastro de biodiversidad silvestre en el secano costero de la VI región, ahí, en Tanumé, guiado por un baqueano, oriundo de la zona, Nicanor Donoso, don Ñico. El mostró a Novoa el lugar donde se encontraron ejemplares del Aspillagae, escasos, pero gozando de vida y salud.
Parientes de aquellos, de Los Peumos, "del tamaño de un plato de té, color mostaza, en las espinas estiradas y aplanadas, en forma de remolino".
Don Ñico lo sabía...

jueves, 20 de agosto de 2009

Litú,Litué, Litueche.

La Estancia de Litué ya era conocida con este nombre, desde el siglo XVII y en la actualidad, el estero que le dio el nombre, continúa llamándose, Estero Litú.
Este vocablo es mupudungun, desde la noche de los tiempos lo usaron los habitantes originarios y todavía, felizmente instalado en nuestra toponimia.
Segun los documentos que obran en el Fondo de la Real Audiencia, del Archivo Nacional, el volumen 1325, pieza 1, caratulado como, Mensura de unas tierras vacas, sitas en el Valle de Litué, en el Partido del Maule, del año 1801, La Estancia de Litué de mil setecientas cuadras de extensión, se encuentra distante a unas leguas de la ciudad de Talca, en el margen norte del río Claro, fue mensurada por el agrimensor, don Juan Antonio Morales de la Bega y se encuentra indivisa. Por tanto se hace parte en juicio don Joseph Pizarro, curador de los menores del finado Joseph Catalán y de doña María del Rosario Silva, descendientes de doña Luisa de Launa y Roa (visnietos), hija lejítima de don Antonio de Launa y de doña Bernardita de Roa. Las mencionadas tierras alcanzan por el norte hasta el río Mataquito, dentro de la jurisdicción eclesiástica de la doctrina de Rauquen. Algunas de las estancias vecinas, son: Tapique, Panchique, Ñipas, Las Damas, Tonlemu y El Guaquen. Algunos de los propietarios colindantes, son: don Agustín Gaete, don Miguel de Labra y doña Francisca Corbalán.

domingo, 16 de agosto de 2009

De Solís y la Toponimia.

Don Antonio de Solís escribió su Historia de la conquista, población y progreso de la Nueva España, en 1648. En dicha obra nos cuenta como se rebautizaron los nuevos territorios tras la invación,..."las Indias Occidentales. Llamáronlas así los primeros conquistadores, solo porque se parecían a aquellas regiones en la riqueza y en la distancia á las orientales, que tomaron este nombre del río Indo que las baña".
Así de simple,..."llamáronlas Isla de San Juan por haber llegado a ella el día del bautista, y por tener su nombre el General(Grijalva), en que andaría la devoción mezclada con la lisonja:"
Una cierta similitud, la devoción o la lisonja u otra, lo cierto es la carencia de una norma o un procedimiento establecido, como en la apropiación del territorio,.."Arbolóse la bandera real; y hechas aquellas ordinarias solemnidades, que siendo poco más que ceremonias se llamaban actos de posesión".
Y con los topónimos originarios,"Dicen que se llamaba este ídolo Cozumel, y que dio á la isla el nombre que se conserva hoy en ella, mal conservado si es el mismo que el demonio tomó para sí, falta de advertencia que se ha vinculado en los mapas contra toda razón".
Don Antonio refleja el espíritu de la época, y es el Cronista Mayor de las Indias, con esta luz podríamos alumbrar, quizás, el nombre local.

Ese Pasado...

La ignorancia del pasado es el sustrato de la incomprensión del presente.
James Grimmelmann, es uno de los detractores más visibles del acuerdo entre la industria editorial de los EE.UU.y Google para digitalizar obras literarias, únicas, discontinuadas, raras y valiosas, dado que es posible crear un escenario de control sobre el pasado y que se traduciría en el control sobre el futuro de los libros, y no tan solo de los libros, del saber, sino del poder. Algo no menor.
De ahí la importancia de conocer el pasado, la historia propia, verdadera, distinguida claramente del mito y la leyenda, como sostiene De Solís, "pura y sencilla verdad".

domingo, 2 de agosto de 2009

Ballenas

Los colosales seres del oceano nos conectan con el pasado del planeta, como si nada, el esqueleto de la Balaena Simpsoni que posa en toda su magnificencia en el corazón del Museo de Historia Natural, en la Quinta Normal es Lituechina, Topocalma es Lituechino y no es casualidad que esta parte de nuestro borde costero, haya cobijado casi intacta su estructura, del mismo modo que su vecina Navidad, atesoró por millones de años los fosilizados restos de una ballena, en la localidad de la aguada, 18 o 23 millones de años, nada en la vieja historia, solo para señalarnos que como las ballenas del museo, que tan lejos del mar.

martes, 28 de julio de 2009

Doctor Echeverría y más poesía.

El doctor Alejandro Echeverría Urzúa nació el 9 de octubre de 1870, es hijo de don Plácido Echeverría y de doña Isabel Urzúa, ejerció profesionalmente en su terruño y se hizo merecedor de ese canto que registró la memoria de su pariente, Juan Echeverría Morales. Por cierto, don Juan, nos recordó otras breves estrofas anónimas y que hoy viven.
Yo tengo una yeguecita
muy guena para trillar
y cuando la pongo a la era
no la puedo hacer andar.

Yo tengo un potrillito
medio tirao a vinagre
lo quiero por que es de cría
de la yegua de mi comadre.

Yo tengo una yunta de bueyes
que con ella me mantengo
uno se llama el flojera
y el otro, vamos durmiendo.

De Solís y la verdad

"...pues ha de salir de esta confusión y mezcla de noticias pura y sencilla verdad, que es el alma de la historia".
Interesante y permanente proposición, así se expresa don Antonio de Solís en su Historia de la conquista, población y progresos de la Nueva España. Don Antonio es secretario de S.M. y su cronista mayor de las Indias.
"...las Indias Occidentales. Llamaronlas así los primeros conquistadores, solo porque se parecian aquellas regiones en la riqueza y en la distancia á las orientales, que tomaron este nombre del rio Indo que las baña".(sic)
" y fuéron descubriendo en una costa muy dilatada y al perecer deliciosa, diferentes poblaciones con edificios de piedra, que hicieron novedad, y que á vista del alborozo con que se iban observando parecian grandes ciudades. Señalábanse con la mano las torres y capiteles que se figian con el deseo, creciendo esta vez los objetos en la distancia: y por que alguno de los soldados dixo entónces que aquella tierra era semejante á la de España, agradó tanto á los oyentes esta comparación, y quedó tan impresa en la memoria de todos, que no se halla otro principio de haber quedado aquellas regiones con el nombre de Nueva España: palabras dichas casualmente con fortuna repetidas, sin que se halle la propiedad ó la gracia de que se valiéron para cautivar la memoria de los hombres."
Se las trae de Solís, en honor de la verdad.

jueves, 16 de julio de 2009

Puetas,poetas,poetisas.

De Rapel a Topocalma, el Dr. Cabello Branott nos señala que nuestra Nobel Mistral, "Llevaba el apellido Godoy por adopción, como descendiente en sexta generación de Juana Godoy, nacida en La Serena, a fines del siglo XVIII, hija de esclavos negros de la familia Godoy".
Muy común que los esclavos adoptaran el apellido de sus amos, como ejemplo, los descendientes de la esclava que doña María de Cartagena trajo a sus tierras de El Rosario con su marido, don Joseph de la Cruz González de Lievana.
Pero es de poesía, un regalo que me brindara don Juan Echeverria Morales,( un antiguo vecino de Manquegua que buscó nuevo horizonte por Viña del Mar), de sus recuerdos familiares un verso de autor anónimo:
Me cuentan de fantasía
del doctor Echeverría
que ninguno se le muere
enfermo de pulmonía.
De eso quiero hablar o hacer unos alcances,la poesía anónima o de autor conocido, por sencilla o más elaborara que sea, siempre es un reflejo de identidad local que merece un gran respeto y un valor digno de destacar y promover.
Existen al menos dos autores que se atrevieron a publicar sus creaciones y debieran llamar a orgullo la sensibilidad del ser de Litueche, me refiero a don Luis Gaona Cubillos y don Adrian Solís de Ovando Lisboa.
Algunos años atrás, me hice cargo de transcribir copias de sus trabajos a la Biblioteca Municipal y hoy no se encuentran. Creo que se merecen un poco de atención y solicito autorización para mostrarlos, es Cultura de Litueche, de toda la comunidad, espero.

Como te llamas? ¡No, me llaman.

Mi nombre verdadero, es falso.
Este obedece a una necesidad de sobrevivencia. Mi abuelo es judío-polaco y cuando correspondía que hiciera su servicio militar, sería enviado a Siberia, un progrom encubierto que mantenían los ocupadores de turno en Polonia.
De modo que los jóvenes de origen judío, por lo general optaban por cercenarse algún miembro e invalidarse, o los más "cobardes", huían del país. Mi abuelo huyó a sudamérica y adoptó otro nombre. Renació en Argentina y se llamó a sí mismo, Neuman.
Algo así, como el nuevo hombre.
De la entrevista al escritor, Andrés Neuman, premio Alfaguara, en el programa, Vuelan las plumas, en el 102.5, Radio de la Universidad de Chile. 14-7-09.

viernes, 10 de julio de 2009

Ballena de La Boca

Prima hermana de la ballena de Topocalma, la que descansa en Lircunlauta, es el ejemplar de 25 metros, cuyo esqueleto fue hallado, casi íntegro, en las arenas de la playa de La Boca, río Rapel. Trasladado a la Quinta Normal y expuesto en el hall central del Museo de Historia Natural. Esta impresionante arquitectura de cetáceo puede mostrarnos uno de los ejemplares de seres vivos, reales, que han habitado nuestro borde costero vecino, desde la aurora del planeta, todo verdadero.
Prima o vecina, los límites, las relaciones, las denominaciones corren por nuestra cuenta, igual de colosal.

jueves, 9 de julio de 2009

La verdad, la verdad, la verdad....

La incomprención del presente, nace fatalmente de la ignorancia del pasado, así también, de su tergiversación.

lunes, 25 de mayo de 2009

La ballena de Topocalma


Hoy y desde 1979, el límite poniente de la Comuna de Litueche es el Oceano, los mismos de la Hacienda de Topocalma, desde el norte al sur, este lugar geográfico, posee una gran importancia histórica por diversos episodios ocurridos en él. Hasta la Laguna de Topocalma arribaron por primera vez los conquistadores hispanos en busca de la sal que cuajaba en su fondo, cuando aun no transcurría un año de sentar la ciudad de Santiago de la Nueva Extremadura, tal es el nombre que le dio Don Pedro de Valdivia, al territorio de su jurisdicción, el mismo, aunque más amplio, que hoy se llama Chile.
Como señalé, son varios, los acontecimientos registrados en la costa de Topocalma, sin embargo, deseo hablar de ballenas y la ballena de Topocalma me recuerda aquella que fue avistada el primero de febrero de 1898 como a las cinco y media de la tarde,
apareció el cetaceo en las inmediaciones de la playa, desde donde se pudo apreciar su extraordinaria magnitud. Los lugareños aseguran que sin lugar a dudas es el ejemplar más grande que haya arribado a esas aguas. Permaneció algún tiempo descubriendo por sobre la superficie del mar la mitad de su cuerpo y arrojaba enormes mangas de agua (sic). Así publicó la noticia el periódico La Verdad, de San Fernando.
Y es en la mencionada ciudad, en el Museo de Lircunlauta, donde reposan y muestran los restos de la Ballena de Topocalma, costillas y vertebra de grandes proporciones, las que corresponderían a un ejemplar de ballena azul, el más grande de los cetaceos y por tanto, los seres vivos de mayor dimensión que habitan el planeta.
Este museo conserva además, huesos de ballenas y una mandíbula de cachalote,provenientes de otros lugares costinos de nuestra región, Cáhuil, entre ellos, ahora, vivas o muertas, muchas ballenas sientan un precedente y la Moby Dick de Melville, es la super star y chilenisima.
Herman Melville reunió la mayor cantidad de información conocida acerca del tema hasta la mitad del siglo XIX y su propia experiencia a bordo de naves de caza ballenera, adquiriendo, cada vez, más autoridad para hablar sobre cetaceos. "Un ballenero fue mi Yale y mi Harvard". Basta leer la "Moby Dick o la ballena blanca".
El reconoce como fuentes de inspiración dos notas sobre hechos reales que tuvieron como escenario las costas de Chile, el relato de Owen Chase sobre el naufragio del barco ballenero Essex, en 1821, causado por el ataque de una gran ballena frente a las Islas Galápagos y cuyos sobrevivientes fueron arrojados a la costa de Chile, desde donde fueron rescatados... El segundo episodio y el más importante, un artículo escrito por un viajero norteamericano, llamado J.N. Reynolds, que fue publicado en la revista neoyorkina "Knickerbocker Magazine, titulado Mocha Dick or the white whole of the Pacific, en mayo de 1839. En él, el autor relata una historia referida en la Isla Mocha, Arauco, sobre la ballena blanca.La obra de Melville modificó levemente el título y nombre de la ballena para adecuarlo a los anglo-lectores.
Nosotros volvemos sobre los huesos de la ballena de Topocalma.Chilenísima, como la Mocha Dick.

domingo, 24 de mayo de 2009

Encomienda de Topocalma

De la Colección de Documentos Inéditos para la Historia de Chile, el volumen cuarto, Pedro de Valdivia y sus compañeros, nos reproduce las Provanzas de Juan Gómez de Almagro y Antonio Tarabajano en el pleito seguido entre ámbos sobre la Encomienda de Topocalma,extraida del Archivo de Indias, en la página seis se encuentra el primer título que Gómez de Almagro conserva para avalar sus derechos, y es el siguiente:
Don Pedro de Valdivia, eleto Gobernador é Capitán General en nombre de S.M. por el Cabildo, Justicia é Regimiento, é por todo el pueblo desta ciudad de Santiago del Nuevo Extremo en estos reinos de la Nueva Extremadura, que comienzan del valle de la Posesión, que en lengua de indios se llama Copayapo, con el valle de Coquimbo, Chile é Mapocho é provincias de poromaucaes, Rabco, Quiriquino, con la isla de Quiriquino que señorea el cacique Llochongo, con todas las demás provincias sus comarcanas, hasta tanto que S.M. provea lo que fuera su servicio, etc. Por cuanto vos Juan Gómez venístes conmigo á la conquista, pacificación é población destas provincias con vuestras armas é caballos, y en la conquista desta tierra é naturales della habéis muy bien servido á S.M. é á vuestra costa, y en la población desta ciudad y sustentación, habéis hecho lo que érades obligado á quien sóis, é habéis sustentado vuestra persona é la sustentáis con toda la honra é allegáis en vuestra casa muchos gentiles hombres, soldados é servidores de S.M. y gastáis con ellos lo que tenéis, como lo acostumbran á hacer los buenos y nobles y personas de vuestra calidad; demás é allende por concurrir en vos las calidades que se requieren para encomendaros y encargar los cargos é oficios de S.M., os creé y elejí en su nombre para alguacil mayor desta dicha ciudad é de las demás que mi voluntad fuere, y en la execución de la justicia y cosas tocantes al oficio, os habéis regido é gobernado como ha convenido al servicio de S.M., é por ser plático en las cosas de la guerra é de buen juicio, os he dado muchas veces cargo de gente por vuestra expiriencia é prudencia, y siempre habéis dado muy buena cuenta é sé la daréis en lo que demás se os encomendare, como conviene al servicio de S.M., é en todo aquello que de su parte os he mandado, lo habéis fecho con toda fidelidad é diligencia é sin faltar nada, obedeciendo é cumpliendo mis mandamientos en todo, como buen súbdito é vasallo suyo; por tanto, en remuneración de lo dicho é hasta que se haga la reformación general é la voluntad de S.M. sea é la mía en su real nombre, deposito en vos el dicho Juan Gómez, los caciques llamados Palloquierbico é Topocalma y Gaulauquen con todos sus prencipales é indios é subjetos que son en las provincias de los poromaucaes, á la costa de la mar, é más los prencipales Arcanaval, Rutaucony, Arongo, Milla, Quiechongare, con todos sus indios, que solían ser subjetos al cacique Cilongomoro é son en este valle de Mapocho, é se os dan por estancia para que os sirváis de todos ellos conforme á los mandamientos y ordenanzas reales, con tanto que dejéis indios al cacique prencipal sus mugeres é hijos é los otros indios de su servicio, y los dotrinéis y enseñéis en las cosas de nuestra santa fee católica, é habiendo religiosos en la ciudad, traigáis ante ellos los hijos del cacique para que sean ansimesmo instruídos en las cosas de nuestra religión cristiana, é si ansí no lo hiciérades, cargue sobre vuestra persona é no sobre S.M. ni mía, que en su real nombre os los deposito, é mando á todos é cualesquier justicias desta ciudad, que luego que esta mi cédula les fuese mostrada os metan en la posesión de los dichos caciques prencipales é indios, so pena de dos mil pesos de oro aplicados para la cámara é fisco de S.M. Dado en esta dicha ciudad, á veinte é cuatro días del mes de Henero de mill é quinientos é cuarenta é cuatro años.- Pedro de Valdivia.- Por mandado de Pedro de Valdivia, mi señor, eleto Gobernador.- Juan de Cardeña, escribano mayor del juzgado.
Hemos transcrito literalmente el documento, es por lo demás, elocuente, las reflexiones que de él se desprenden podrán esperar, quizás invite a ser en torno de estos temas, verídico y transparente y a explicitar los fundamentos que respaldan
las afirmaciones que circulan en la Red, respecto de un encomendero, Solís y de un cacique Litueche, la que inexplicablemente, reproduce la SUBDERE.
¡INSÓLITO!

miércoles, 29 de abril de 2009

Cacique Litueche

Nunca existió un cacique llamado Litueche, este vocablo nació en la década del setenta dentro del marco de reformulación comunal realizado por CONARA.
El nuevo diseño geográfico de la Comuna de El Rosario incluyó territorios y habitantes de otras comunas vecinas, que obedecían a otros tantos gentilicios,los cuales, éstos, pierden al ser anexados a otra Comuna, la de El Rosario, cuyo topónimo
ha sido cambiado y transfigurado numerosas veces en sus más de cuatrocientos años de historia, provocando graves confusiones de diversa índole. Esta razón tuvo en concideración CONARA, dada la sugerencia del Subdelegado de Gobierno y miembro de dicha comisión, don Antonio Molfino Chiorrini y del Intendente de Colchagua, Coronel de Ejército, Sr. Jaime Rodríguez Bengoechea, quienes solicitaron al Dpto. de Ciencias
Antropológicas y Arqueología de la Universidad de Chile les asesorara acerca de la toponimia originaria de la zona.
Dicho Departamento, solicitó al profesor de Lengua y Cultura Mapuche e Investigador, Sr. Domingo Curaqueo Huaiquilaf, que realizara una investigación sobre toponimia del área y/o proponga un nombre mapudungun, dada las carácteristicas más relevantes de la localidad.
El profesor Curaqueo, comunicó el 23 de diciembre de 1975 que suguiere para el fin solicitado, dado que: 1* Tierra, en el significado físico de arena, polvo y tierra en sí mismo = Tue. 2* Blanco= Li y 3* Gente= Che.
De lo anterior se desprende, que tierras blancas en Lengua Mapuche, sería Litue.
Se deprende, además, que gentes de las tierras blancas, sería en la misma lengua, Litueche.
Este y ningún otro es el origen del topónimo actual de la Nueva Comuna creada en torno de la antigua El Rosario, formada por Ex-Rosarinos, Ex-Pichileminos,
Ex-Estrellinos, Ex-San Pedrinos...etc.
El nombre del jefe aborigen más importante del territorio en 1541, año del contacto hispano-aborigen, era, Topocalma, nombre conocido, así como el de los jefes subalternos de éste, se encuentran en los documentos y cédulas de Encomienda de la época, todos conocidos, asimismo, los nombres de los Encomenderos.
Del mismo modo, puedo afirmar categóricamente, nunca existió un Encomendero de apellido, Solis. Materia para otra publicación.

jueves, 23 de abril de 2009

LITUECHE, antes EL ROSARIO

LITUECHE,
antes EL ROSARIO
Sus Alcaldes, Regidores y
antecedentes para su historia






Antonio Saldías González

Inscripción N° 87.445
Registro de Propiedad Intelectual
Julio de 1993
Santiago-Chile

Composición de textos:
Sofía Cabezas Guzmán

Editora e Impresora "EL PROMAUCAE
Manuel Montt N° 106
Pichilemu

PRESENTACIÓN

MIS AGRADECIMIENTOS


En el ocaso final de mi vida, siento cada vez más lo mucho que le debo a estas tierras y a su gente, los que durante tantos decenios me han brindado su aprecio, amistad y cordialidad, tanto en la vida diaria como al distinguirme en más de una ocasión, como su máxima autoridad comunal.

El hecho mismo de conocerme desde la infancia cuando principié a visitar la hacienda Santa Mónica, el llamarme familiarmente "Don Nino", el gran afecto y distinción otorgado a mi esposa Sra. Ana Mendoza Aylwin, el recuerdo de mi familia, etc., son actitudes que me comprometen profundamente con esta comuna y sus habitantes, especialmente con los que han sido parte constante de la vida local y que nos conocen durante tantos años, desde la antigua comuna El Rosario, pequeña en territorio y en importancia, pero grande en sentimientos y en calidad de su gente, hasta la actual comuna de Litueche, relevante y trascendente en el contexto provincial por su pujanza y productividad, hoy llena de hombres y mujeres venidos de todos lados buscando nuevos horizontes entre nosotros y que con su esfuerzo contribuyen a engrandecernos.

Conocedor del acontecer de la zona por habérseme brindado la distinción de ser varias veces Subdelegado de Gobierno, Alcalde, Regidor, presidente y dirigente de organizaciones gremiales, religiosas, políticas y particulares; la reciente culminación personal y seguramente la última de mis actividades públicas debido a mi edad, al ser elegido Consejero Regional en el Gobierno de la Sexta Región en representación de nuestra Provincia Cardenal Caro, mis propias actividades agrícolas y ganaderas, mi vivencia casi permanente en este lugar, etc., son antecedentes que me permiten entre otras cosas, deducir la gran riqueza histórica de nuestra comuna y de toda la zona en general e igualmente constatar el lamentable desconocimiento de nuestro pasado, incluso reciente, lo que conlleva a naturales deformaciones de la verdad histórica que siempre debe ser rigurosa.

Numerosos filósofos y pensadores han expresado que los pueblos que no conocen su pasado, mal pueden construir su futuro; es precisamente esta razón e impulsado por la gratitud antes señalada, que he decidido hacer un
nuevo y modesto aporte a nuestra querida comuna, al pretender descubrir el exacto y verdadero listado de autoridades municipales que gobernaron El Rosario desde su inicio, hasta el Litueche de hoy, sin incursionar en el actual cuerpo edilicio debido a que su período legal está en curso; teniendo como razón y motivo fundamental de esta iniciativa, la circunstancia que inexplicablemente todos ignorábamos nombres y correlación de las autoridades comunales de los primeros tiempos, cayendo en suposiciones y distorsiones que es conveniente corregir.

Por las razones y motivos expuestos, he solicitado al distinguido investigador histórico, Sr. Antonio Saldías González, que descubra y nos ilustre con rigurosidad respecto al verdadero listado de los distintos Alcaldes y Regidores que gobernaron esta comuna.

El hecho que el Sr. Saldías haya investigado y escrito obras vinculadas a la zona, como por ejemplo, "Pichilemu Mis Fuentes De Información", "Estancia Franciscana En El Rosario En El Siglo XIX", "Antecedentes Sobre La Provincia Cardenal Caro" (que está en la etapa final antes de publicarse), etc.; avalan la seguridad de contar con un excelente trabajo, dadas sus condiciones personales excepcionales y por su seriedad, dedicación, ahínco y por la comprobación que siempre hace de sus antecedentes.

Junto con renovar mi gratitud ya expresada, a la vez que deseo ante Dios lo mejor para Litueche y sus habitantes, hago votos para que el trabajo expuesto sea solamente el inicio de una historia completa de estas tierras en lo civil, complementando la religiosa que tan brillantemente nos diera a conocer el historiador y abogado Sr. Régulo Valenzuela Matte en "La Doctrina De Rapel En El Reino De Chile", esfuerzo al que debiera abocarse la Ilustre Municipalidad de Litueche, con la colaboración del sector privado y antes que se extingan los "viejos tercios" o antiguos pobladores, cuya sabiduría y conocimiento es fundamental en un relato histórico.


ANTONIO MOLFINO CHIORRINI
Litueche, Septiembre de 1993.

INTRODUCCIÓN



Dentro del marco de una investigación sobre las comunas de la provincia Cardenal Caro, Región del Libertador General Bernardo O'Higgins. En 1992-1993, me cupo la tarea de reconstruir el cuadro de autoridades de la comuna de LITUECHE, llamada antes EL ROSARIO.

Formar el listado de los alcaldes y regidores que tuvieron la responsabilidad del gobierno local, fue objeto de una investigación, dado que no existe una memoria documental completa en los archivos de la corporación. Los primeros libros comunales están perdidos, se ignora hasta ahora, su paradero y la mayor parte de su contenido.

Este vacío, dio lugar a innumerables conjeturas y aseveraciones incorrectas, especialmente sobre el nombre del ciudadano que le correspondío el honor de ser el primer alcalde.

El período de estudio, fue establecido a partir de la fecha de creación de la comuna, en el año 1909 hasta 1992, fin del ejercicio de los alcaldes designados por el Ejecutivo.

Desde este último año se abre un nuevo periodo, en el cual han sido reestablecidas las elecciones directas y democráticas de los representantes comunales, materia suficientemente conocida de la cual somos actores.

El propósito de este trabajo es el de conocer acertadamente a los forjadores de la administración comunal y aportar algunos antecedentes sobre la comuna, que sirvan principalmente, a los maestros y jóvenes estudiantes, quienes han expresado un constante interés por acercarse a las raíces históricas de esta localidad.

Las fuentes consultadas para realizar este trabajo fueron: Documentos del Ministerio del Interior en el Archivo Siglo XX del Archivo Nacional; la publicación, Guía Administrativa del Ministerio del Interior; documentos del Archivo del Servicio Electoral; Boletín de Leyes y Decretos de la República; los Libros de Actas de la I. Municipalidad de El Rosario; el libro, Breve Historia de la Comuna de La Estrella, de Guillermo Cáceres Vidal. Además, diversos periódicos de la época, especialmente, de la ciudad de San Fernando.

La documentación oficial de la primera mitad del siglo presente, sólo contiene los nombres y el primer apellido de los municipales. Obtener los apellidos maternos de los personajes, demandó un exhaustivo trabajo genealógico complementario.

Mediante entrevistas a los vecinos más antiguos de la comuna, la revisión de los libros de bautismos, matrimonios y defunciones de la Parroquia de El Rosario y los libros de nacimientos, matrimonios y defunciones del
Registro Civil de la circunscripción, fue posible alcanzar el objetivo inicial en forma satisfactoria y me permite darlo a conocer en estas páginas.


EL AUTOR.
Septiembre de 1993.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS


La ley de municipalidades del 22 de diciembre de 1891, creó la mayoría de las comunas del país. A partir de esa fecha la subdelegación dieciséis "El Rosario", formó parte de la comuna de La Estrella.

Desde la instalación de la comuna de La Estrella, en 1894, tuvieron en ella, una destacada participación los vecinos de mayor importancia de la subdelegación de El Rosario, toda vez que la actividad política era regida por los propietarios que pagaban mayores contribuciones, función que les era ineludible.

Entre dichos vecinos figuran los señores: Fidel Acuña Donoso, Martín Castro Orellana, Juan Bautista Díaz Ponce, Arturo Díaz Lisboa, Francisco Fernández Bernales, José Miguel Fuenzalida, Olegario Lisboa y Benito Lisboa Cáceres. Ellos ocuparon los cargos de alcalde y regidores y el último de los mencionados, como secretario, tesorero y oficial civil. Todos ellos realizaron una fecunda labor en la etapa de formación de la comuna de La Estrella.

Estos prohombres, con su experiencia y responsabilidad asumieron el legítimo deber de gestar su independencia de la jurisdicción de La Estrella, por lo tanto, hicieron denodados esfuerzos para segregar la Subdelegación Dieciseis, patrocinando un proyecto que fue dirigido al Ejecutivo, quien poseía la facultad de crear o suprimir las comunas del país.

Destacan como impulsores de esta iniciativa, don Martín Castro Orellana, el mayor contribuyente de la subdelegación, don Benito Lisboa Cáceres, activo secretario y coordinador y doña Fortunata Oyarzún Gaínza viuda de Riveros, quien estaba relacionada social y políticamente con importantes personeros del gobierno de entonces.

La culminación de este proceso, se produce a fines de 1908 y comienzos de 1909, ocasión en que le corresponde actuar como Ministro del Interior a un distinguido hombre público colchagüino, el doctor Eduardo Charme Fernández quien acoge y apoya decisivamente la iniciativa de los vecinos de El Rosario.

El 20 de febrero de 1909, se obtiene mediante el Decreto Supremo N° 419, publicado en el Diario Oficial el 26 de febrero del mismo año, la creación de la nueva comuna de El Rosario. Gracias a este instrumento legal se dio comienzo a una nueva etapa en la cual la comunidad de El Rosario asume el derecho a regir su propio destino, deber al que los vecinos se abocaron inmediatamente.

De acuerdo con la Ley de Elecciones de la República y la Ley de Organización y Atribuciones de las Municipalidades vigentes en 1909, se colocó en marcha la comuna, el mismo año de su creación.

Los miembros de la Junta Electoral, formada por los siete mayores contribuyentes de la subdelegación, se reunieron en la casa de don Martín Castro Orellana, en la hacienda de Santa Mónica, para formar el Registro de Electores. Se podían inscribir en él, todos los chilenos con veintiún años cumplidos, que supieran leer, escribir y que tuvieran residencia en la Subdelegación.

Los candidatos a municipales, generalmente se encuentran dentro de los mismos nombres de los propietarios que pagan las mayores contribuciones o sus colaboradores más cercanos. Quienes estaban inhabilitados para asumir tales cargos eran: los empleados públicos, los parientes consanguíneos, quienes no cumplieran con la ley de reclutamiento militar, entre otros.

Los municipales electos por los 159 votantes de la comuna, de acuerdo con el acta original del escrutinio general de la elección, se reunieron para realizar la primera Junta Preparatoria; ésta fue presidida por el ministro de fé señor Juan de Dios Vial López, su objetivo era formar una Comisión Calificadora de los poderes de los electos y pronunciarse sobre las posibles exclusiones.

El domingo 2 de mayo de 1909, a la una de la tarde se constituía en sesión por primera vez la I. Municipalidad de El Rosario.

Todos los electos juraron observar la Constitución y las Leyes, luego se dio lectura al acta de escrutinios y al informe de la comisión preparatoria.
Por voto de mayoría se resolvió excluir a los regidores: Juan Riveros O. y Luis Echeverría L., por incumplimiento de la ley de reclutas.

Don Martín Castro Orellana, fué elegido primer alcalde, don Ambrosio Rosales Vidal y Aníbal José Rubio Lira, para segundo y tercer alcaldes respectivamente, luego se votó el orden de los restantes regidores.

Se propuso la terna para elegir secretario y tesorero, puesto que recaería en el señor Juan Antonio Castro Hidalgo.

Se fijó el calendario de sesiones ordinarias, las que se llevarán a cabo el primer y tercer domingo de cada mes a las 14.30 horas. Se facultó al primer alcalde para tomar en arriendo un local para sesionar y otro para la policía.

Se cierra la sesión.

La reclamación interpuesta por los regidores excluidos, señores Riveros y Echeverría, fallada por el Tribunal Calificador de Elecciones a su favor, dio lugar a una nueva constitución del municipio. Estando enfermo de cuidado don Martín Castro O., propuso para el cargo de Primer Alcalde a don Ambrosio Rosales V., quien fue elegido y don Manuel J. Solís L. y don Anibal J. Rubio L., para segundo y tercer alcaldes, respectivamente. Esta composición será en definitiva la que ejerció en propiedad el gobierno comunal durante el primer período.
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LA OBRA DE LA PRIMERA MUNICIPALIDAD


Algunas de las tareas propias que le correspondió realizar al primer municipio, fueron: procurarse un inmueble donde sesionar, elaborar el presupuesto comunal, avaluar los bienes raíces, calificar las patentes, dotar de policías, reglamentar la construcción de viviendas y crear escuelas, velar por el aseo y el ornato, etc.

Una de las primeras medidas fue nombrar una comisión para efectuar el traspaso de fondos de los haberes pertenecientes a la Subdelegación 16 y que habían sido recaudados por la Tesorería de La Estrella. Integraron dicha comisión: el Primer Alcalde señor Ambrosio Rosales Vidal, don Luis Antonio Echeverría Lisboa y don Juan Jeneroso Riveros Oyarzún, tercer y cuarto regidores de El Rosario.

Por su parte la comisión formada por La Estrella la componen el señor Maximiliano Maturana y Pedro José González, primer y segundo alcaldes y el sexto regidor señor Manuel Machuca.

Le correspondió a la comuna de El Rosario una suma que ascendió a $ 550,43 que se cancelan en efectivo a don Ambrosio Rosales V. Esta entrega se verificó el 26 de noviembre de 1909.

Le cupo, además, a las autoridades de esta municipalidad, una activa participación en una campaña destinada a lograr la proyección del ramal ferroviario que nace en Pelequén, llegando entonces a Peumo, hasta un punto de la costa entre Topocalma y Matanzas. Logrando de los hacendados de la zona, su disposición a ceder los terrenos necesarios al gobierno, por donde debía
pasar el tendido de la línea y para establecer las correspondientes estaciones.

Está demás, señalar las fundadas razones de la naciente municipalidad para propiciar, junto a sus congéneres de La Estrella y Matanzas esta laudable iniciativa, la que en definitiva no cristalizaría manteniéndola a la zaga del progreso por tantos años.

Otra de las tareas de este municipio fue la de elaborar el programa de actividades de la celebración del primer centenario de la emancipación nacional, creando una comisión para dicho propósito.
FALLECE UN FUNDADOR DE LA COMUNA


A poco andar, la comuna de El Rosario debió lamentar la pérdida de uno de sus más preclaros prohombres, a los 84 años de edad falleció el regidor Martín Castro Orellana un 17 de agosto de 1909.

Cito a continuación los necrólogos de la época: "ha fallecido este antiguo vecino de La Estrella (sic) y prestigioso miembro del partido Conservador de este departamento, el señor Castro era de carácter tranquilo y muy conciliador" (La Provincia, San Fernando).

El Diario ilustrado, dice: "Vivió rodeado de consideraciones por la bondad de su carácter y por sus condiciones personales mereció ser elegido alcalde de El Rosario".

En tanto el Mercurio escribe: "el señor Castro pertenecía a esa raza de hombres de humilde cuna, pero que luchando a brazo partido con la fortuna, la dominan.

Rico ya, el señor Castro no se infausto con el dinero, por el contrario a orgullo tenía recordar su pasado. Con esa conducta tuvo muchos admiradores y muchos fieles servidores, a quienes atendía con sencillez y les protegía cuando era menester".

La avanzada edad y estado de salud de don Martín Castro, unido a su espíritu cívico y visión política, lo determinó en el momento de reconstituir la primera municipalidad a favorecer para el cargo de primer alcalde a su hombre de confianza y administrador general, el señor Ambrosio Rosales Vidal.

DEPENDENCIA ADMINISTRATIVA DE EL ROSARIO


Desde las primeras décadas de la República, el Distrito Dos de El Rosario pertenece a la novena subdelegación de Navidad, provincia de Colchagua.

En 1867 es reformulado el territorio y jurisdicción de la provincia de Colchagua, aprobando el Ejecutivo la división propuesta por su Intendente, el señor Martiniano Urriola. El 14 de agosto se crea la Subdelegación Dieciséis El Rosario, con los distritos: 1 El Rosario, 2 Pulín y 3 Cartagena.

En 1891, con la nueva ley de municipalidades se crean la mayoría de las comunas autónomas del país, la Subdelegación Dieciséis, como queda dicho, forma parte de la comuna de La Estrella. Esta situación rige hasta 1909 cuando se crea la comuna de El Rosario con el territorio de la subdelegación dieciséis.

En 1927 es anexada a El Rosario, la subdelegación quince Navidad, la que formaba la comuna de Matanzas. Posteriormente, ésta es segregada de El Rosario, en 1936, creándose con ella la comuna de Navidad.

Desde entonces la comuna de El Rosario mantendrá sus límites y jurisdicción territorial sin alteraciones, hasta 1979. Este año en virtud de la puesta en marcha de un proceso de regionalización y reformulación comunal, se reestructuró la comuna de El Rosario bajo el nuevo nombre de Litueche y con un nuevo diseño territorial, que abarca una superficie de 611,5 kilómetros cuadrados, duplicando su primitiva extensión (308,8 Km2).

Incluye el nuevo territorio una franja costera (antes era una comuna mediterránea) y la central hidroeléctrica de Rapel. Además, se ha sumado una cantidad mayor de habitantes, de 3.420; se asciende a 5.140 habitantes.

Con estos nuevos elementos y recursos, se ha abierto mayores posibilidades de desarrollo y crecimiento, situando a la comuna hoy, como una de las de mayor importancia dentro de la nueva provincia Cardenal Caro.



EL CAMBIO DE NOMBRE DE LA COMUNA


Dentro del proceso de reformulación comunal, esta adquiere una nueva denominación. Su nombre hoy día es Litueche, (nombre propuesto a CONARA en 1975. por el Departamento de Ciencias Antropológicas y Arqueología de la U. de Chile), topónimo de origen mapuche cuyo significado etimológico es: "hombres de tierras blancas", dado que uno de sus recursos naturales más abundantes y característicos es el mineral no metálico de color blanco llamado Caolín.

Dicho cambio provocó en un principio algunas controversias las que se aquietaron posteriormente con la adaptación paulatina de los vecinos a la nueva realidad.

Basta recordar, que del mismo modo que la dependencia administrativa de El Rosario ha ido cambiando con dinamismo, el topónimo usado para distinguir el territorio ha experimentado varios cambios a través de los años.

El historiador señor Régulo Valenzuela Matte, en su estudio sobre "La Doctrina de Rapel en el Reino de Chile" (Revista de Estudios Históricos N° 28, año 1984), señala que, el nombre aborigen que recibían las tierras en donde hoy se encuentra el pueblo de Litueche es, "Pucalán".

Así era denominado el lugar por: Topocalma, Palloquililica, Guablauquen, Arcanabal, Arongomilla, Quilchongare, Alongomoro y los demás caciques y subjetos que poblaban los lugares aledaños cuando llegaron los conquistadores españoles.

Esta voz tendría al menos, dos acepciones de Pu = plural y Calan =brotes, significaría renuevos. Y de Puquio = pozo y lan = muerte, cuyo significado sería pozo de la muerte.

A comienzos del siglo XVII el Gobernador, al otorgar mercedes de tierras a los conquistadores en esta zona, favoreció con las tierras de Pucalán al Capitán Lorenzo Núñez de Silva, quien estableció su estancia en la posesión y levantó una capilla donde fue trasladado más tarde el asiento de la Parroquia de Los Indios de Rapel.

La capilla se llamaba, San Lorenzo de Pucalán. Después ésta cambiaría de advocación por la de "Nuestra Señora del Rosario" pasando a llamarse Capilla del Rosario de Pucalán, entonces corre el año 1750.

Más tarde se restringe el uso del nombre Pucalán, llamándose sólo como Parroquia de El Rosario.

A todo esto, el asiento de la parroquia nacida en Rapel ha estado situado en el pueblo de Rapel, en Pucalán y/o Rosario y en La Estrella.


EL TOPÓNIMO EL ROSARIO EN EL PAÍS

Debido a la existencia de alrededor de 40 lugares con idéntica denominación a lo largo del país, los habitantes de El Rosario experimentaron innumerables dificultades; como la disputa permanente con otras localidades por los servicios y obras destinadas a ésta. Por ejemplo a raíz de la creación de la oficina telegráfica en 1904, la comunicación del director general de telégrafos señor Guillermo Portón, al Ministro del Interior, es elocuente: "la igualdad de nombre ha hecho incurrir a la ilustre Municipalidad de Requinoa a un pequeño error, al creer que la oficina telegráfica de El Rosario debe instalarse en la estación de este nombre a ocho kilómetros al sur de Requinoa y 7 kilómetros al norte de Rengo".

La oportuna reacción de las autoridades evitó que se consumara la instalación de la mencionada oficina en la estación de FF.CC.

Por otra parte, en cuanto a la recepción postal, desde la creación de la estafeta, es cosa frecuente el extravío de la correspondencia, la que llegaba con mucho atraso luego de deambular por todo el territorio.

Por ello los remitentes de modo espontáneo, le agregaron el apelativo Lo Solís al lugar de destino de sus cartas, puesto que desde la creación de la estafeta de El Rosario en 1872, este servicio fue atendido por miembros de la familia de este apellido. Algunos de ellos: Clemente Solís, José María Solís, Antonia Lisboa de Solís, Rosario Solís.

Por esta razón, en septiembre de 1905, mediante decreto, se procedió a cambiar la denominación de la oficina de la agencia postal de El Rosario, por el de Lo Solís.

Cabe señalar, que la oficina telegráfica servida por el telegrafista de planta, señor Adrián Solís Lisboa fue desde su creación por ley, en 1904 y hasta la unificación de los servicios de Correos y Telégrafos, llamada sólo El Rosario, única de esta denominación en todo el país y por tanto jamás llamó a confusión como punto de destino.

En virtud del cambio de denominación antes señalado, el uso corriente del apelativo se extendió indolentemente a otros servicios e instituciones, transformándose en el nombre del lugar por antonomasia y en detrimento del propio, hasta perder su identidad.

Esta grave distorsión es la que pretende corregir el topónimo de Litueche que hoy ostenta.


COMPOSICIÓN MUNICIPAL DE LA COMUNA DE
EL ROSARIO HOY COMUNA DE LITUECHE
1909 a 1912

ALCALDES:

1.- Ambrosio Rosales Vidal
2.- Manuel Solís Lisboa
3.- Aníbal José Rubio Lira

REGIDORES:

1.- Juan Bautista Arellano Arellano (1)
2.- Pantaleón Cornejo Arellano
3.- Luis A. Echeverría Lisboa
4.- Juan Jeneroso Riveros Oyarzún
5.- Isaías Palominos Cabezas
6.- Martín Castro Orellana

(1) La Guía Administrativa del Ministerio del Interior dice, Juan R. Arellano. Creemos que la inicial del segundo nombre se debe a un error de la imprenta, el que induce a confundirlo con su homónimo, Juan Ramón Arellano, edil de la comuna de Matanzas en el mismo período.

1912 a 1915

ALCALDES:
1.- Luis Antonio Echeverría Lisboa
2.- Bernardo Donoso Osorio
3.- Jesús Campos Vidal

REGIDORES:
1.- Juan Antonio Palominos Reyes
2.- Absalón Baeza Solís
3.- Joaquín Patino Grande (2)
4.- Ambrosio Rosales Vidal
5.- Manuel José Solís Lisboa
6.- Juan Bautista Arellano Arellano

1915 a 1918

ALCALDES:
1.- Joaquín Patino Grande
2.- Benito Lisboa Cáceres
3.- Luis Antonio Echeverría Lisboa

REGIDORES:
- Aníbal José Rubio Lira
- Manuel José Solís Lisboa
- Bernardo Donoso Osorio
- Victoriano Farías Alvarado
- Juan Bautista Arellano Arellano
- Francisco Arellano Lisboa

(2) En el período de 1912 a 1915, el municipio fue compuesto sólo por cinco ediles, la mayoría Liberal logró excluir de la gestión municipal a los regidores electos, señores Joaquín Patino G., Manuel J. Solís L. y Juan B. Arellano A., arguyendo el no cumplimiento de la Ley de Reclutas y Reemplazos y al señor Ambrosio Rosales V., por no tener domicilio dentro de la comuna.

1918 a 1921

ALCALDES:

1.- Joaquín Patino Grande
2.- Benito Lisboa Cáceres
3.- Aníbal José Rubio Lira

REGIDORES:

1.- Arturo Díaz Lisboa
2.- Manuel José Solís Lisboa
3.- Juan Bautista Arellano Arellano
4.- Luis Antonio Echeverría Lisboa
5.- Antonio Lisboa Solís
6.- Bernardo Donoso Osorio

1921 a 1924

ALCALDES:

1.- Arturo Díaz Lisboa
2.- Manuel José Solís Lisboa
3.- Luis Gaona Cubillos

REGIDORES:

1.- Joaquín Patino Grande
2.- Benito Lisboa Cáceres
3.- José Elíseo Morales Donoso
4.- Florindo Donoso Rubio
5.- Carlos Campos Farías
6.- Segundo Fernández Bobadilla
1924 a 1927

ALCALDE:
1.- Segundo Fernández Bobadilla (3)

REGIDORES:
1.- Jesús Campos Vidal .
2.- Cipriano Urbina Baes
3.- Fermín Riveros Oyarzún
4.- Pedro Urzúa Echeverría

1927 a 1931

ALCALDE:
1.- Luis Antonio Echeverría Lisboa (4)

VOCALES:
Fermín Riveros Oyarzún
Francisco Fernández Rubio
Francisco Fernández Bernales

(3) En este período se modifica el número de componentes de la Municipalidad, se reduce a un alcalde y cuatro regidores.


(4) El 30 de abril de 1927, el Presidente de la República, General Carlos Ibáñez del Campo, suspendió las elecciones municipales, se formaron juntas de vecinos para atender los asuntos comunales, se designaba un alcalde y un número no determinado de vocales mediante decretos
supremos.

1931 a 1935

ALCALDE:
1.- Jesús Prado Escudero

VOCALES:
Olegario Ortega Montes
Julio Jeria Sagredo
Segundo Fernández Bobadilla
Zacarías Orellana Osorio

i935 a 1938

ALCALDE:
1.- Rafael Rosales Vidal (5)

REGIDORES:
1.- José Ramón Cerda Reyes
2.- José Sepúlveda Soto
3.- Jesús Prado Escudero
4.- Juan de Dios Palominos Saldaña

1938 a 1941

ALCALDE:
1.- Rafael Rosales Vidal

REGIDORES:
1.- Ramón Cornejo Farías
2.- Luis Antonio Echeverría Lisboa
3.- Heraclio Campos Farías
4.- Rodolfo Schulz Torrealba

(5) Las elecciones municipales fueron reestablecidas por la Ley N° 5.357 del 17 de enero de 1934 y verificadas en 1935.

1941 a 1944

ALCALDE:
1.- Heraclio Campos Farías

REGIDORES:
1.- Joaquín Patino Grande
2.- Ramón Cornejo Farías
3.- Luis Antonio Echeverría Lisboa
4.- Rosa Campos Farías

1944 a 1947

ALCALDE:
1- Gustavo Solís Escobar

REGIDORES:
1.- Joaquín Patino Grande
2.- Heraclio Campos Farías
3.- Ramón Cornejo Farías
4.- Rafael Rosales Vidal

1947 a 1950

ALCALDE:
1.- Rodolfo Schulz Torrealba

REGIDORES:
1.- Heraclio Campos Farías
2.- Oscar Rosales Cornejo
3.- Ramón Cornejo Farías
4.- Luis Antonio Echeverría Lisboa
1950 a 1953

ALCALDE:
1.- Antonio Molfino Chiorrini

REGIDORES:
1.- Heraclio Campos Farías
2.- Ramón Cornejo Farías
3.- Luis Antonio Echeverría Lisboa
4.- Darío Prado Fernández

1953 a 1956

ALCALDE:
1.- Antonio Molfino Chiorrini (6)

REGIDORES:
1.- Ramón Cornejo Farías
2.- Darío Prado Fernández
3.- Luis Guillermo Echeverría Osorio
4.- Rolando Hidalgo Abarca

(6) En el período de 1953 a 1956, la instalación de la Municipalidad por los regidores presuntivamente electos, eligió como alcalde al señor Ramón Cornejo Farías, mientras el Tribunal Calificador General de Elecciones, fallaba un reclamo interpuesto contra el Colegio Escrutador Departamental de Santa Cruz, el que elaboró un resultado contrapuesto con las actas originales de la elección de la comuna. El Tribunal citado, determinó la exclusión del señor Oscar Rosales Cornejo y confirmó como definitivamente electo al señor Rolando Hidalgo Abarca .

De acuerdo con la Ley se constituyó definitivamente la Municipalidad, el 15 de agosto de 1953 eligiendo alcalde al señor Antonio Molfino Chiorrini, quien desempeñó el cargo en propiedad.

1956 a 1960

ALCALDE:
1.- Antonio Molfino Chiorrini

REGIDORES:
L- Gustavo Solís Escobar
2.- Ramón Cornejo Farías
3.- Heraclio Campos Farías
4.- Darío Prado Fernández

1960 a 1963

ALCALDE;
1.- Tulio Campos González

REGIDORES:
1.- Gonzalo Barros Amunátegui
2.- Darío Prado Fernández
3.- Gerardo Rosales Sandoval
4.- Rolando Omar Farías Maturana

1963 a 1967

ALCALDE:
1- Darío Prado Fernández

REGIDORES:
1.- Rolando Omar Parías Maturana
2.- Tulio Campos González
3.- Moisés Morales Morales
4.- Juan Gustavo Solís Escobar
1967 a 1971

ALCALDE:
1.- Tulio Campos González

REGIDORES:
1.- Gustavo Solís Escobar
2.- Carlos Vial Orellana
3.- Carlos Abarca Donoso
4.- Antonio Molfino Chiorrini

1971 a 1973

ALCALDE:
1.- Carlos Andrés Abarca Donoso (7)

REGIDORES:
1.- Tulio Campos González
2.- Antonio Molfino Chiorrini
3.- Rolando Farías Maturana
4.- Darío del Carmen Prado Fernández

1973 a 1977

ALCALDE:
1- Carlos Andrés Abarca Donoso

(7) El 11 de septiembre de 1973, fue interrumpido el período municipal; desde entonces y hasta 1992, los alcaldes son designados por el gobierno de las Fuerzas Armadas, bajo la presidencia del General Augusto Pinochet Ugarte. No se contempla el ejercicio de regidores.

1977 a 1984

ALCALDE:
1- Hilario Jesús Echeverría Solís

1984 a 1987

ALCALDE:
1- Julio Sepúlveda Celsi

1987 a 1989

ALCALDE:
1 - Víctor Sepúlveda Celsi

1989 a 1992

ALCALDE:
1- Armando Echeverría Pino (8)

(8) Fin del período de los alcaldes designados y comienzo de una nueva etapa de elecciones de autoridades municipales mediante sufragio universal.

A MIS LECTORES

Estimados lectores, he tenido a la vista una copiosa cantidad de documentos, noticias y referencias orales sobre interesantes episodios de la rica historia de esta localidad, los cuales sería muy importante darlos a conocer, sin embargo, superan con creces la extensión de este trabajo.

Las Actas "rescatadas" del primer período edilicio; quienes actuaron como alcaldes subrogantes y otros detalles, ameritan un estudio más amplio. Por ahora, esta síntesis a modo de un modesto homenaje a quienes gobernaron esta comuna a través de sus 84 años de vida.

Finalmente, agradezco la inquietud de don Antonio Molfino Ch., quien me ha motivado a realizar esta investigación y dado la oportunidad de materializarla en esta publicación.

ÍNDICE


PRESENTACIÓN

INTRODUCCIÓN

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

OBRA DE LA PRIMERA MUNICIPALIDAD

FALLECE UN FUNDADOR DE LA COMUNA

DEPENDENCIA ADMINISTRATIVA DE
EL ROSARIO

EL CAMBIO DE NOMBRE DE LA COMUNA

EL TOPÓNIMO EL ROSARIO EN EL PAÍS

COMPOSICIÓN MUNICIPAL DE LA COMUNA
DE EL ROSARIO, HOY COMUNA DE
LITUECHE

A MIS LECTORES

ÍNDICE